Simón Reyes: “Para cada caso, la COB tiene que medir sus posibilidades”
Pablo Peralta / LFD
Simón Reyes, ex secretario ejecutivo de la Central Obrera
Bolivia (COB), analiza el estado de situación de esta organización sindical y
sostiene que esta entidad está en déficit de aglutinación de la clase
trabajadora. Por eso, afirma que para cada caso debe medir bien sus posibilidades
sobre las medidas que vaya a adoptar, pues ya no es la época en la que la
entidad convocaba a una huelga y todos los trabajadores la acataban al unísono.
¿Cuál es el análisis sobre el estado de situación de la COB?
Yo creo que la COB no ha salido de la crisis, no se ha
recuperado todavía. El DS 21060, decreto del ex presidente Víctor Paz
Estenssoro lanzado en 1985, sigue pesando. Hay que tener en cuenta que la base
material de la COB ha disminuido, ya no es la que podía decretar la huelga y uniformemente
salir. Ya la economía ha cambiado y eso tiene que tomarlo en cuenta el
movimiento obrero.
¿Qué lectura hace usted sobre la elección de Juan Carlos
Trujillo al frente de la COB, teniendo en cuenta que siempre hubo dirigentes
con más experiencia y mayor edad?
Se dio una situación normal y transitoria entre la vieja
dirigencia sindical y la nueva. Entonces, ahí hay un problema que todavía no
está resuelto y al compañero Trujillo le falta mucho en ese sentido (para que)
se afiance para resolver los problemas que está planteando la actual situación
('). La COB está hoy debilitada, pero se recuperará y jugará el papel que
siempre tuvo. Por el momento está en una situación difícil, pero hay todo el
material humano para poder enfrentar la situación.
Da la impresión de que las movilizaciones que llama la COB
tienen convocatoria solamente en el sector minero. A su entender ¿por qué se da
esto?
El error está en lanzarse a las huelgas sin tener una base
importante. Yo creo que tiene que medirse ese problema y mirar un poco la
situación interna. Parece que no se lee eso y se lanza la situación como si
fuera normal. No es normal, en realidad la COB está en déficit en la aglutinación
de los trabajadores.
Entonces, ¿qué debe hacer para lanzar sus medidas?
Para cada caso la COB tiene que medir sus posibilidades. No
es de lanzarse nomás. Por ejemplo, yo no estoy de acuerdo con la huelga general
indefinida ni de los maestros porque en realidad siempre es suicida, porque se
acaba el tiempo y, bueno, al final los trabajadores vuelven al trabajo. Eso
también se aplica a la COB. La COB no puede tomar esas medidas sin pensar en la
base (trabajadores) que está sustentándola y la verdad es que todavía la COB no
está bien y tiene que andar con cuidado y tiene que cuidarse.
¿La COB es crítica con el Gobierno?
Yo creo que los últimos conflictos han demostrado que la COB
actúa correctamente a base de la situación de los trabajadores. No es cierto
que la COB esté menos combativa (que antes).
¿Cuál es la diferencia de la COB de antes y la de ahora?
En 1985 empezó la relocalización. Hasta entonces había
27.000 trabajadores mineros y 3.000 trabajadores fabriles en tres fábricas
(Said, Soligno y Forno). Ahora sólo hay trabajadores mineros en Huanuni, que
deben llegar a los 5.000. En el caso de los 3.000 fabriles que había, deben
seguir existiendo, pero diseminados en El Alto, en La Paz y en pequeñas
empresas.
Entonces, el grado de concentración y aglutinación de los
trabajadores ha disminuido. Ése es el cambio fundamental que se dio en 1985, a
partir del paso de una economía estatal a una economía privada.
Los tiempos han cambiado, ¿por qué el líder de la COB tiene
que ser todavía un minero?
El problema político es lo que ha cambiado y eso va a
cambiar siempre, depende de la actitud de los gobiernos; pero el aspecto
orgánico de la COB sigue vigente y no va a cambiar.
Pero, ¿por qué su principal líder debe ser un minero? ¿Por
qué no puede ser una mujer?
No es un problema de querer, sino de poder. Si es que es un
minero, yo digo que puede ser un minero asalariado, porque el asalariado es la
garantía (de lucha). Las mujeres incluso no son asalariadas. Ahora, si hay una
mujer asalariada, se proyecta. No necesita hacer tanto problema. La mujer tiene
su lugar, y en la historia de la COB ha habido grandes mujeres dirigentes.
Ahora, el asalariado es una garantía porque lucha por su
salario, está dispuesto al paro y a lo que suceda. En cambio, los mineros
cooperativistas, por ejemplo, para hacerlo más cercano, no están en condiciones
de asumir esa responsabilidad.
¿A qué debe apuntar la COB para fortalecer sus líneas?
Es necesario que la COB mire un poco la afiliación de todos
los trabajadores. Tengo la impresión de que no están todos los que estaban
contemplados en la COB; también tiene
que ir pensando en la nueva situación política y económica del país, no es como
aquel entonces cuando era tiempo de la antigua COB. Entonces era fácil, ahora
no y debe tomarse en cuenta aquello.
Ahora, hay que luchar siempre, porque la lucha es la que
genera todo. Una COB que se conforme con todo, no sirve para nada. Entonces, la
lucha es la única que ayuda a distinguir a los buenos dirigentes de los otros. Yo creo que la COB está en condiciones de poder
mejorar, pero hay que revisar la situación de los trabajadores que están libres
y que todos estén afiliados, y todos respondan a un llamado de la COB.
Origen: Simón Reyes Rivera nació el 5 de enero de 1933 en la
ciudad de Tarija.
Trayectoria: Goza de una larga trayectoria sindical. En 1951
ingresó a las filas del Partido Comunista.
COB: Fue secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana
durante los años 1987 y 1988.
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