Cristina Cerruto: “Voy a tener la billetera de la Policía"

 

Hace 34 años, la ahora coronela Cristina Cerruto Ticona aspiraba ser piloto, pero las barreras de género que existían entonces le impidieron cumplir ese cometido. No obstante, optó por sumarse a las filas policiales, donde ha cumplido una carrera de más de 30 años de recorrido.

Fotos: Luis Salazar

Hoy es la primera mujer que forma parte, de manera inédita en la historia de la Policía, del alto mando de esta institución, dirigiendo así la Dirección Nacional Administrativa. A veces recuerda cómo sus instructores le hacían mirar el cielo a ella y sus compañeros cadetes y les decían que alcanzar la estrella más dorada requería esfuerzo. “Estamos en ese camino”, sostiene.

Al ingresar a su oficina lo que más llama la atención es la música clásica que suena en el ambiente, y que contrasta con el vertiginoso ritmo de trabajo que se siente. “Tranquiliza”, afirma Cerruto.
Detrás de su escritorio, entre otras imágenes, está la del presidente Evo Morales, a quien agradece, después de Dios, por la oportunidad que le dio de desempeñar ese cargo.

 ¿Por qué decide ingresar a la Policía?
Quería ser médico. Y creo que a todos de niños nos nace el ayudar a la gente. Todos cuando somos niños pensamos en eso. Por eso admiramos, inclusive, a los superhéroes, porque ayudan siempre,  están en un mundo del bien. Inicialmente soñaba con ser piloto, pero hace 34 años eso estaba vedado para las mujeres. Así que decidí ingresar a la Policía justamente por ese sueño de poder hacer algo por los demás, por la sociedad.

¿En su camino recorrido en esta institución ha sentido discriminación?
Claro que sí. Nos mentiríamos si dijeramos que ya no existe discriminación. Han habido muchos avances para las mujeres. Han tenido que pasar más de mil años para que la mujer sea reconocida en todas sus capacidades como ser humano.  Entonces, sí en la profesión uniformada he sentido momentos de discriminación, pero que se han podido sobrellevar.

Hace 34 años, cuando postulé a la Academia Nacional de Policía, incluso algunos postulantes se cambiaban de apellido. Si eran Quispe era como un freno para no poder ser oficial de Policía. Yo vi esos casos y es que era casi vedado para que un Mamani, un Quispe, un Condori pueda aspirar a ser un oficial de Policía. Felizmente eso ya ha sido superado y, bueno, ahora la Academia Nacional de Policías abre sus puertas absolutamente a cualquier ciudadano o ciudadana, que no está mirando el apellido o el color.

Cuando recibió la noticia ¿qué fue lo primero que hizo?
Agradecer a Dios, y también sentir sorpresa. (Debo) agradecer al presidente Morales, porque él ha abierto un camino muy amplio para las mujeres y los indígenas. Considero que en otro estamento político anterior  quizá la mujer no hubiera llegado a estos niveles que estamos llegando.
Y, obviamente, agradecer al coronel Maldonado, ex comandante general, porque confió en mí y me puso al frente  de la Academia Nacional de Policías, unidad en la que también fui la primera mujer en comandar, porque siempre estaba bajo el mando de un coronel varón. Asumí con mucho entusiasmo y con mucho compromiso. Y también debo agradecer al actual comandante general por confiar en mí, al subcomandante, al inspector general. Y obviamente responderé  con trabajo.

Con la institucionalización de los cargos es casi seguro que usted será también la primera general mujer. ¿Se ha puesto a reflexionar en ello?
Ser general es una aspiración, considero de todos y cada uno de los que vestimos el verde olivo, tanto hombres como mujeres. Es un sueño. Más que una meta es un objetivo final que perseguimos, y considero que eso está abierto a todos aquellos que vayamos cumpliendo paso a paso los requisitos que se exigen para esa tan ansiada estrella dorada.

Recuerdo que en la Academia, los instructores -ahora ya jubilados- cuando teníamos los “chocolates” en las noches nos hacían mirar el cielo y decían: “¿Quieren aquella estrella, ¿no? La más brillante, la más dorada, pues hay que trabajar duro para ello”. Estamos en ese camino.

 ¿En su familia es de tradición estar en la carrera policial?
No. Provengo de un hogar de obreros, comerciantes. Pero considero que para que cambie inclusive una generación tiene que haber un líder. En mi familia ese líder fue mi padre, don Héctor Cerruto, que en paz descanse.

La corrupción es uno de los problemas que más aquejan a la Policía. ¿Habiendo más mujeres en cargos altos  cree que se lucharía con más fuerza contra este flagelo?
Considero que es un compromiso de todos, absolutamente de todos.  Para luchar contra la corrupción no se necesita una universidad ni estudios profundos, simplemente la honestidad, el compromiso y, obviamente, trabajar con transparencia.

El momento que tengamos datos ocultos, el momento que tengamos documentación oculta o que no tengamos información a la mano para la prensa, por ejemplo, para quien lo solicite, pues ese momento podemos decir que no hay transparencia.
Ésa ha sido mi línea de trabajo y considero que en este cargo la voy a fortalecer.

¿Puede describir las funciones que va a desempeñar de ahora en adelante?
Sí, definitivamente, pues voy a tener la billetera de la Policía. Es una forma de decir. Sin embargo, desde la Dirección Nacional Administrativa lo que hacemos es el manejo económico, financiero y tenemos que enmarcarnos en todo lo que ya está establecido: el POA, el PAC (Programa Anual de Contrataciones) que también manejamos aquí, y obviamente trabajaremos en los reformulados, en el seguimiento. Todo en el marco que germina de la Constitución Política del Estado y, obviamente, la Ley 1178 y fundamentalmente la Resolución 181 que enmarque el accionar del departamento administrativo de la Policía Boliviana.
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Origen: La coronela Cristina Cerruto nació el 19 de abril de 1961 en La Paz.
Cargo Anterior: Fue directora de la Anapol.