Bolivia en la Corte de La Haya: una semana para la historia


Abecor


Pasajes de la presentación de alegatos orales del equipo jurídico que representa al país. Un excanciller y una internacionalista efectúan un balance de ese proceso.


El Tratado de 1904 fue invocado por los abogados de Chile en varias oportunidades, durante la ronda de alegatos orales en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. En cambio, los juristas de Bolivia establecieron que la demanda no cuestiona ese documento y que incluso las negociaciones entre ambos Estados se dieron al margen de ese pacto.


Argumentos más, argumentos menos, la pasada semana los equipos jurídicos de Bolivia y de Chile asistieron a la presentación de alegatos a ese tribunal, donde además de premisas jurídicas se escucharon metáforas y hasta citas a personajes históricos como Napoleón.

Pero también las preguntas ganaron protagonismo, como aquella que hizo un juez sobre la "fecha mágica"; o la interrogante de un abogado boliviano que cuestionó por qué, si no hay asuntos pendientes entre ambos países, ambos Estados negociaron tras el Tratado de 1904; o la consulta de un tribuno que interrogó a ambos Estados sobre qué entienden por soberanía (esta semana ambos Estados contestaron a esta duda).


Con todo, Bolivia fue a defender la jurisdicción de La Haya, donde demandó a Chile el 24 de abril de 2013; y este país fue a objetar su jurisdicción. No obstante, entre los alegados -así lo hicieron notar los abogados de Bolivia- Chile introdujo temas de fondo, cuando lo que se dilucida es la competencia de ese tribunal.


¿Cuál es el balance? "El balance es positivo. Se demostró la solidez incontestable de los fundamentos que respaldan la demanda que presentó Bolivia, con el fin de lograr en el futuro un espacio de negociación para que de buena fe se cumplan los compromisos asumidos por Chile", sostiene el excanciller Javier Murillo, quien formó parte de la delegación boliviana.

La internacionalista Karen Longaric afirma que la presentación de alegatos ante ese tribunal representó "un momento muy importante para Bolivia y para la población en general". Agrega que "el equipo de abogados extranjeros que tutela la causa de Bolivia tuvo un desempeño muy destacado". Veamos a continuación pasajes e incidencias de aquella semana que quedará en la posteridad.


Chile: El Tratado de 1904, todo
La madrugada del lunes 4 de mayo queda en la historia como el día en que Chile se sentó en una Corte a explicar su postura. Así lo expresó Carlos D. Mesa, quien es portavoz de la demanda. "Por primera vez en la historia, Chile ha tenido que explicar en una corte internacional por qué no quiere cumplir los compromisos que ha sostenido durante décadas", sostuvo el expresidente.


Los alegatos que Chile expuso ese día se pueden resumir en las siguientes ideas: 1) Bolivia cuestiona la estabilidad de las fronteras y la soberanía territorial establecidas en el Tratado de 1904, el cual busca renegociar; 2) Dicho tratado establece cómo Bolivia accede al Pacífico.

El agente chileno, Felipe Bulnes, sostuvo esa jornada que la Corte carece de competencia para resolver el litigio. "El que Bolivia tenga o no un acceso soberano o no al Pacífico ya fue resuelto en 1904, que es el tratado que rige en este asunto", afirmó.


Bolivia: No hay caballo de Troya
Al equipo jurídico boliviano le tocó presentar su alegato el miércoles 6 de mayo. Los fundamentos se centraron en que : 1) Bolivia no cuestiona el Tratado de 1904; 2) que Chile intenta crear una "objeción falsa" al concentrar sus argumentos sobre una supuesta cuestionante de Bolivia a ese documento; y 3) que ambos Estados negociaron al margen del tratado referido.

"No hay motivos ocultos, no hay caballo de Troya alguno. El reclamo de Bolivia es claro y sencillo: Bolivia comparece ante esta Corte porque en 2011 Chile repudió expresamente su promesa de larga data de negociar el acceso soberano al mar", explicó el abogado Payam Akhavan.

Este también planteó la primera interrogante trascendental de los alegatos: "Si no había ningún asunto pendiente entre las partes, si el asunto estaba resuelto ¿por qué negociaban las partes a lo largo de más de un siglo después del acuerdo de 1904? Es una pregunta sencilla con una respuesta sencilla", interrogó Akhavan.


En los argumentos, el equipo también mencionó que el país rechazó la idea de que Bolivia busque la revisión del Tratado de 1904, como planteó la defensa chilena; y además se explicó que las negociaciones entre ambos Estados se dieron de forma independiente del citado documento.
 
El agente boliviano, Eduardo Rodríguez, sostuvo al respecto: "Sencillamente, lo que pide Bolivia es que Chile cumpla su obligación, respete sus promesas repetidas, su acuerdo de negociar el acceso con soberanía al mar, un acuerdo independiente al Tratado de 1904".


Aquella jornada culminó con la segunda pregunta que generó revuelo. "¿En qué fecha mantiene Bolivia que se concluyó un acuerdo respecto de la negociación relativa al acceso soberano?", interrogó el juez Christopher Greenwood, de quien luego se conoció que fue asesor de Chile en el juicio que sostuvo con el Perú.


La salud del Tratado de 1904
Cuando el equipo jurídico de Chile volvió al estrado, el jueves 7 de mayo, reiteró que el Tratado de 1904 "está en perfecta salud" y que es "el documento que rige el acceso al mar" de Bolivia, y que, además, zanjó el tema; por lo que la Corte no tendría jurisdicción sobre el caso.


Además, los abogados afirmaron que si un acuerdo no está suscrito por las partes, independientemente de la intención de una de las mismas, no sienta jurisprudencia.


También se refirieron a la postura boliviana de que ambos Estados negociaron al margen del Tratado de 1904. "El contorsionista es Bolivia, que está tratando desesperadamente el Tratado de 1904 como si se tratara de algo tóxico", dijo el abogado de Chile, Daniel Bethlemen.


¿La competencia es el fondo?
El viernes 8 de mayo, la réplica boliviana se centró en al menos dos acciones: 1) poner de manifiesto que Chile confunde la competencia de La Haya con el fondo de la demanda; 2) responder a la pregunta del juez.

Aquella jornada, el abogado francés Mathias Forteau estableció que Chile confundió la competencia de La Haya con el tema de fondo de la demanda, la cual reafirmó no está relacionada con el Tratado de 1904.

"Nos pareció entender que Chile había suscitado el 15 de julio de 2014 una excepción preliminar, como resultado de la cual, por orden de ustedes, del mismo día se había suspendido las actuaciones relativas al fondo, a pesar de la suspensión solicitada por Chile, este país consagró buena parte de sus alegatos de ayer (jueves 7 de mayo) al fondo del asunto", argumentó Forteau.

La respuesta a la pregunta del juez Greenwood la dio el abogado Payam Akhavan, quien afirmó : "Uno solo de estos compromisos bastaría para crear la obligación (de negociar una salida soberana al mar), pero en el caso de autos hay una acumulación de actos por parte de Chile que se han ido sucediendo y lo que no hacen más que fortalecer la argumentación de Bolivia".

El expresidente Mesa declaró tras terminada la ronda de alegatos: "No hay una fecha mágica, no hay un momento maravilloso en que se crea la humanidad, vale la metáfora, hay un proceso que tiene que ver con la cantidad de veces en que Chile se comprometió formal y oficialmente".


Quien cerró la ronda de la presentación de fundamentos fue Veltzé, quien le dijo a los jueces que el caso es de vital importancia para el pueblo boliviano. "Chile bloqueó el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico, bloqueó las decisiones adicionales y ahora mediante esta objeción Chile intenta bloquear el acceso de Bolivia a la Corte", afirmó.

También hubo una pregunta al final, planteada por el juez japonés Hisashi Owada, miembro del tribunal, quien consultó a ambas partes sobre qué entienden por acceso soberano al mar, por ser un término que no es reconocido en el derecho internacional.

Así el panorama, ¿qué queda hacia adelante? La internacionalista Longaric afirma: "Yo pienso que se debe continuar manejando este asunto con el alto profesionalismo con el que se lo ha hecho por parte del equipo de abogados extranjeros y por el agente de Bolivia, el doctor Rodríguez Veltzé, y en general por todo el grupo boliviano que está interviniendo en estas acciones que ha instaurado ante la Corte Internacional de Justicia. Conservar el profesionalismo, conservar la sobriedad".


El excanciller Murillo sostiene: "La Corte de La Haya era el camino que faltaba por recorrer, pero para llegar a la Corte era necesario tener fundamentos y esos fundamentos son precisamente la acumulación de todas las actuaciones diplomáticas en el pasado que han dado el soporte fundamental para poder ir a La Haya, todos los compromisos que Chile hizo bilateralmente y especialmente los que de manera formal bilateral se formalizaron tanto en 1950 como en 1975".

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