Retrospectiva: la llegada a La Paz de la primera marcha indígena de 1990
“Jallallas” y pututus de campesinos aymaras y quechuas recibieron hace 21 años a la primera marcha indígena que partió de Trinidad hacia La Paz para pedir al Gobierno de Jaime Paz Zamora “Territorio y dignidad”.
El 17 de septiembre de 1990, a las 10:30 se escuchó el redoble de un tambor anunciando la llegada de los marchistas, quienes tras 34 días de caminata arribaron a la Cumbre después de cruzar por ríos, pampas, valles, cerros, serranías y la cordillera.
En esa ocasión, los dirigentes de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) dieron la bienvenida a los indígenas de tierras bajas y exigieron al Gobierno de turno atender la demanda de la movilización.
La Cumbre se convirtió en el “punto de encuentro” entre dos culturas. Así, indígenas y campesinos iniciaron ese día un caluroso abrazo y muestras de afecto, que luego se fueron replicando en distintas partes de su trayecto mientras avanzaron por las calles de la ciudad de La Paz hacia la plaza Murillo.
Luego de los saludos entre los dos pueblos, se realizó una ceremonia en honor a los visitantes, en la cual se sacrificó una llama para pedir el “bienestar” de los marchistas. Los líderes de la movilización, Ernesto Noe, Marcial Fabricano y Tomás Ticuasu, recibieron “la llave de los territorios indígenas de La Paz”, así como lluchos, ponchos y chuspas.
El dirigente de la CSUTCB de ese entonces , Mario Flores, dijo en su discurso de bienvenida que el encuentro de los dos pueblos “es un reencuentro de 500 años de explotación” y el fin de sectores de privilegio que usurparon sus “intereses y territorios”.
Tras la bienvenida, los marchistas siguieron su paso hacia la plaza Murillo. La marcha culminó a las 20:00 en la Catedral Metropolitana, donde los indígenas asistieron a misa, como habían prometido en Trinidad cuando el 15 de agosto de ese año iniciaron su caminata.
Los marchistas de los pueblos chimanes, mojeños, yuracarés y movimas reclamaron al Gobierno la otorgación de territorio en el Parque Isiboro Sécure, el Ibiato y el Bosque de los Chimanes, según refleja la prensa de esa época. Al final lo consiguieron.
Cuando llegaron, los indígenas no se fueron hasta alcanzar sus objetivos
“Indígenas esperan retornar de La Paz con tierra y dignidad”, fue el titular de portada del extinto periódico Presencia, cuando la primera marcha indígena llegó a la ciudad de La Paz el 17 de septiembre.
Ese titular retrata la actitud de los marchistas de no retornar a su lugar de origen sin conseguir lo que se plantearon. El 15 de agosto de 1990 iniciaron la primera marcha histórica con ese fin de no volver sin nada.
Los líderes indígenas Ernesto Noe, Marcial Fabricano y Tomás Ticuasu dijeron en ese momento que el cumplimiento de su objetivo se lo deben a Dios, y que no retornarán a su región mientras el Gobierno no les otorgue territorio en el Parque Nacional Isiboro Sécure, el Ibiato y el Bosque de los Chimanes, informó Última Hora el día de la llegada de los indígenas a la ciudad de La Paz.
“Hemos subido hasta la Cumbre y este lugar es el sitio de la victoria y no retornaremos al Beni si el Gobierno no atiende nuestros planteamientos”, dijo en ese momento a su llegada el dirigente Noe.
Después de cinco días de negociaciones con el Gobierno, intentos de los marchistas de declararse en huelga de hambre ante la falta de resultados de las conversaciones, el 22 de septiembre los indígenas consiguieron su cometido.
Al final el Gobierno del presidente Jaime Paz Zamora resolvió que el Parque Nacional Isiboro Sécure, El Ibiato y el Bosque Central de Chimanes sean declarados territorios indígenas mediante decreto supremo. “Indígenas recuperaron territorio en el Beni”, tituló acertadamente su portada El Diario.
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