La Paz: Alquilar un departamento hoy vale 40% más que hace dos años
Hace poco, Mery Luz Pilco quería alquilar para su suegra de
84 años una habitación cerca de su casa, en
Achachicala. Recordó que un año atrás un conocido arrendaba una pieza a
100 bolivianos por mes. Grande fue su sorpresa cuando el dueño le dijo que el
alquiler actual era de 300.
“El aumento de
alquileres no sólo se dio en las zonas centrales, inclusive los hicieron
subir en la Periférica”, sostiene Pilco, quien realiza un
estudio de mercadeo encargado por inquilinos que se agruparon para redactar un
proyecto de norma que regule a su sector.
Con ayuda de dos ejecutivos de bienes raíces y de la
Asociación General de Inquilinato (AGI), Página Siete identificó las zonas
donde los alquileres de departamento se elevaron en más del 40%, en un promedio de dos años.
Los sectores son Sopocachi, Miraflores, Obrajes, Calacoto y San Miguel.
“El incremento se
debe a que mucha gente ha invertido en los bienes inmuebles para obtener una
rentabilidad mayor a la que puedan dar
los bancos. Entonces, la gente espera tener más ingresos por
alquileres”, sostiene Marcelo Guardia, gerente general de empresa Agentes
Inmobiliarios.
Víctor Alarcón, gerente de Ventas de la Compañía Nacional de
Corredores, agrega que otro factor es la
accesibilidad de alquilar un departamento, frente al acceso a un crédito bancario de vivienda que significa contar como mínimo con
un 20% como contraparte. “Por lo general, un matrimonio nuevo debe recurrir a
un alquiler”, dice.
En el mercado hay ofertas de departamentos que se pueden
alquilar por semanas o meses y que
incluyen muebles, TV cable e internet, aunque están destinadas a extranjeros o
instituciones. También surgió la modalidad de arrendamiento “mixta”. Consiste
en dar un anticrético y otro monto bajo de renta cada mes.
Ángela Céspedes, quien
preside la AGI, confirma el
alza y explica que hace un año y medio
arrendar un departamento en Miraflores, en la avenida Busch, costaba 150 dólares, pero ahora está en 300 dólares,
y si tiene garaje el precio sube hasta 350 dólares.
A mediados de 2011, en las zonas de Miraflores y Sopocachi,
según Alarcón, se podía arrendar un departamento de tres dormitorios en 300
dólares, pero ahora cuesta entre 500 y 600 dólares. La casa amueblada se
alquilaba en 700 dólares, pero hoy no en menos de 1.300 dólares.
Guardia informa que hace algo más de un año en San Miguel y
Calacoto el alquiler de un departamento con tres
dormitorios costaba 600 dólares mensuales, pero en la actualidad cuesta entre 900 y 1.000 dólares. “El último
tiempo el costo de los alquileres se ha incrementado más o menos en un 40%”,
asegura.
En Obrajes, si el departamento está sobre la vía principal,
el canon del arriendo es de 600 o 700
dólares; antes, la renta era de 450
dólares. Alarcón menciona que hay sectores
en esta zona donde hace un año y medio el arriendo de un inmueble de dos
dormitorios costaba entre 200 y 300
dólares,pero hoy vale 450 dólares.
Consultada al respecto, Nora Santos, presidenta del Comité de Defensa de Propietarios de
Bienes Inmuebles de La Paz, atribuye la elevación de los alquileres a la carga impositiva municipal.
“Los alquileres se
han elevado por culpa de las disposiciones perversas que han aprobado en el
Concejo y en la Alcaldía Municipal,
puesto que los impuestos se han elevado tanto, y usted sabe: del mismo cuero salen las correas. Si yo
tengo impuestos elevados, ni modo, tengo que elevar los alquileres”, asegura.
Según la dirigenta, si antes los caseros pagaban
300 bolivianos de impuestos, con la elevación de la carga
impositiva ahora erogan un 500% más. “¿De dónde vamos a sacar el
dinero si no es de los inquilinos?”, se pregunta.
Inquilinos sufren al menos tres tipos de “restricciones”
Los horarios tope de ingreso y de consumo de agua y de energía, las restricciones
en los patios y de los tendederos de
ropa son algunas de las dificultades que afrontan los inquilinos en el país,
sostiene Aniceto Hinojosa, secretario ejecutivo del Comité de Defensa al
Inquilino Nacional.
El dirigente, que radica en Cochabamba, dice que en el país
no hay una entidad que vele por la
habitabilidad de las viviendas ni que regule el costo de la
renta. “Hay viviendas que alquilan
a diez inquilinos y para todos hay un solo baño. Es inaudito”, afirmó.
Entre los problemas que deben sortear los inquilinos está el
uso de los patios, según el dirigente, porque
en muchas casos los dueños no
quieren que hagan pasar a ese sector a
sus visitas; además, no se les permite
ocupar ese espacio.
“El inquilino tiene que meter todas las cosas que tiene en
el interior de su dormitorio, lo cual es insólito, inhumano”, asegura. En el caso del consumo de energía eléctrica, las restricciones están en que los arrendadores “ponen horario para el uso”, además que imponen qué artículo eléctrico pueden utilizar y cuándo.
El dirigente explicó que hay casos en que al inquilino se le
raciona el consumo de agua potable y que
los dueños de casa “siempre hacen cortes del sistema de agua”.
Al hablar de los “horarios tope”, menciona: “Creen que por ser propietarios tienen la
facultad para determinar que a partir de
las 22:00 no se puede entrar, cuando
a veces los inquilinos hacen horas extra o tienen trabajos nocturnos”. La dirigenta paceña Ángela Céspedes concuerda y sostiene que “desgraciadamente los inquilinos no tienen dónde quejarse”. Es por eso que entre varios de ellos crearon la Asociación General de Inquilinos.
No obstante, la dirigente señala que, cuando un arrendatario atraviesa por un problema, acude a la entidad, pero una vez que
le dan una solución ya no la apoya y no vuelve más.
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