"El momento actual es el más oportuno para construir una nueva ley del trabajo", Daniel Santalla, ministro de Trabajo
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En un diálogo con Página Siete, la máxima autoridad laboral del país sostuvo además que “hoy por hoy los trabajadores en Bolivia están en mejores condiciones” que en el periodo neoliberal; aunque al mismo tiempo reconoció que si bien hay avances en esta materia, también hay mucho por hacer.
¿Cómo encuentra el Primero de Mayo al trabajador boliviano?
El trabajador boliviano hoy día, más allá de las críticas que puedan haber, se encuentra en mejores condiciones, con relación a toda la época neoliberal, desde el 1985 hasta 2005. Nuestro Gobierno promulgó decretos supremos y leyes que favorecen principalmente a la estabilidad y a la inamovilidad.
Debo reconocer también, con modestia, que falta hacer mucho por los trabajadores en cuanto a la regulación laboral. Pero también los dirigentes sindicales de la Central Obrera Boliviana tienen que preocuparse de aquellos trabajadores que no están regulados por la Ley General del Trabajo, que no gozan de los derechos que están en esa norma.
¿En qué estado está la nueva ley que regirá al ámbito laboral?
La elaboración de la nueva Ley General del Trabajo empezó en 2010 y han habido avances importantes. Se avanzó desde el artículo 1 hasta el 51, ya que la nueva ley va a contar con 123 artículos. Pero por diferentes motivos el tratamiento quedó paralizado.
No obstante, uno de los pasos importantes en la construcción de la nueva ley es la incorporación del sector de los trabajadores del campo, que no están vislumbrados en la norma actual.
También hay que incorporar a las trabajadoras del hogar... todo esto es muy importante porque se trata de adecuar la nueva Ley General del Trabajo a la Constitución Política del Estado, porque nuestra Carta Magna es la más avanzada de la región en cuanto se refiere a derechos sociales, laborales... Se trata sólo de recoger disposiciones laborales que están dispersas.
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Debemos decirlo con claridad, la COB a veces trata de acceder a mayores derechos (de los que se les puede ofrecer). Todo depende fundamentalmente de los recursos del Estado. Me refiero a la parte remunerativa, como la generalización del bono de producción a todos los trabajadores, lo cual ahora no se puede. Este bono está destinado a los sectores productivos industriales y mineros, no puede tener un bono a la producción un trabajador de la universidad, por ejemplo.
Esas cosas no pueden estar en la Ley General del Trabajo, hay algunos artículos que son conflictivos. Esperamos construir esta nueva ley con la COB pero siempre a partir de la racionalidad.
El momento en el que estamos es el más oportuno para construir una nueva ley, porque en el pasado hubo diferentes propuestas de modificación (de forma general y de manera integral), pero eran otros tiempos en los que se quería adecuar la Ley General del Trabajo a la economía de mercado.
Entonces, eso no lo podíamos permitir ni lo podían permitir los trabajadores. Hoy día estamos viviendo otro momento político y por ese mismo hecho los trabajadores no pueden desaprovechar esta oportunidad en la elaboración de la construcción de una nueva ley.
¿A qué atribuye que la COB haya “levantado cabeza”, en referencia a que por mucho tiempo estuvo casi inactiva?
La recuperación de la fuerza de la Central Obrera Boliviana es producto del apoyo del Gobierno. Nosotros realizamos eventos de capacitación, talleres con los diferentes sindicatos, federaciones departamentales y confederaciones. Queremos que el trabajador conozca sus derechos para que pueda defenderse en mejores condiciones.
Éste es un Gobierno que apoya a diferentes sectores. Hemos comprado sedes sindicales para organizaciones nacionales de campesinos, de trabajadores, de centrales obreras departamentales.
A la misma COB hemos apoyado en la conclusión de su sede sindical que está ubicado por la avenida Perú, donde están viviendo los dirigentes sindicales. ¿En qué Gobierno se apoyó a las organizaciones sindicales como lo estamos haciendo ahora encabezado por el presidente Morales?
¿Es legítimo que la COB quiera construir su partido político?
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Están en su derecho. Ésa es la determinación de uno de sus congresos. Pero por experiencias que tenemos, por la composición de sus dirigentes, por las corrientes de pensamiento, que no es homogéneo sino heterogéneo, lo vemos muy difícil. Confluyen diferentes ideas y pensamientos al interior de la COB.
Hay dirigentes que son independientes, que no tienen militancia partidaria, hay compañeros que tienen militancia partidaria, algo que no es de ahora, ya que siempre lo hubo históricamente...
Hay gente desde la izquierda, centroizquierda, hasta de derecha. Por eso es que yo al menos no auguro que se concrete la creación de un partido de los trabajadores; es sólo una aspiración.
Creo que será necesario seguir mantenido lo que dicen los estatutos: independencia sindical y política de los partidos (...).
¿Según usted, cuál es el mayor punto de ruptura entre la COB y el Gobierno?
En este momento yo creo que más que todo es coyuntural. Sobre la movilización que se decidió en su último ampliado, me atrevo a decir ... -quizás puedo estar equivocado- que hay una injerencia política externa. Segundo, ellos, a través de esta movilización, a través de la presión en contra del Gobierno, quieren potenciar su partido político, el Partido de los Trabajadores.
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