La Bolivia del postevismo: el Estado, el MAS y la oposición
Imagen: Abi |
Han sido más de 13 años en la Presidencia, todo un récord en la historia política boliviana. Personas cercanas al líder indican que éste regresará al Chapare, como había indicado en más de una ocasión, y se retirará de la vida política activa; mientras tanto, los analistas debaten ante las cámaras el legado de su paso por el Ejecutivo.
Éste es sólo uno de los posibles escenarios que pueden deparar a la política boliviana a futuro si, como más de un analista cree, el presidente Evo Morales ganará las próximas elecciones generales.
No obstante, más allá de certezas y tendencias, en política todo es relativo, y ante el desafió de proyectar posibles escenarios políticos de Bolivia en un futuro mediato, tomando en cuenta los eventuales resultados de las elecciones presidenciales de 2014, el comunicador Ilya Fortún, el analista Marcelo Silva y el politólogo Fabrizio Mariaca barajan los posibles desenlaces del futuro panorama político boliviano.
Los tres afirman que lo más probable es que Morales gane las elecciones de 2014, pero no se animan a anticipar si logrará obtener la amplia mayoría que actualmente ostenta en el Legislativo, y que es clave para el desarrollo de las políticas de Gobierno del MAS y, por ende, para la consolidación del Estado Plurinacional que desarrolla como proyecto central.
“Todo indica que las elecciones de 2014, como están planteadas las cosas, van a significar la continuidad del MAS y del presidente Morales. No hay ningún elemento que pueda llevarnos a pensar en que va a haber alternabilidad”, sostiene Fortún.
Mariaca explica que el partido oficialista continúa con un margen de respaldo importante que, no obstante, muestra algunos “síntomas” de desequilibrios internos y de desgaste natural que genera la política.
“Esto -agrega- puede conducir a que en una eventual reelección del MAS, la proporción de apoyo parlamentario se le vea reducida, lo que implicaría una oposición algo más fuerte, si es que ésta, claro, logra antes constituir un bloque unificado”.
Como estructura partidaria, el MAS, liderado por Morales, avanzó de forma acelerada hacia el Gobierno desde 2002, cuando se presentó a las elecciones generales por primera vez. Entonces obtuvo una votación del 20,9%.
En 2005, sólo tres años después, este “instrumento político” accedió al Gobierno con el 53,7% de los votos, y desde entonces ha logrado varias victorias relevantes en las urnas: el revocatorio, en el que Morales fue ratificado con el 67,4%, y las elecciones generales de 2009, en las que obtuvo el 64%, por mencionar a las principales.
Expectativas
Según los consultados, en el largo plazo, más allá de lo que ocurra en la siguiente gestión, este partido será un actor importante que continuará vigente en el escenario político nacional. Y es que, como Fortún sostiene, “estamos frente a un proyecto serio de poder” que es de largo plazo.
“Más allá de las características ideológicas y políticas del Gobierno, es un proyecto que se traduce en la formación de burguesías propias, de un aparato estatal muy grande, de diferentes actores, además, absolutamente favorecidos por el MAS, que van a ser su sustento durante muchísimos años”, asegura.
Silva considera que el haber abanderado “un proceso que ha marcado historia en el país” y haber logrado “cooptamiento completo” del poder, que le da cierta estabilidad y perdurabilidad en el tiempo, son las razones en las que se asentará el protagonismo prolongado del MAS.
Pero más allá de sus funciones coyunturales, ¿cuáles son los posibles derroteros ideológicos del partido de Gobierno? ¿Hacia dónde va? Mariaca y Fortún estiman que el MAS tarde o temprano tenderá a recorrer la senda que siguió el Movimiento Nacionalista Revolucionario que, de haber protagonizado la Revolución Nacional de 1952, con los años pasó a ser un partido de la derecha.
“Ya en el largo plazo, el MAS va a ser sujeto al proceso natural que han atravesado todos los partidos en la historia de Bolivia. En 1952, el MNR, el partido hasta ese momento más izquierdista y más progresista de la historia nacional, inició un proceso del que salió como el partido más conservador y derechista”, sostiene Mariaca.
Fortún va más allá y afirma que el MAS ya incursionó en el campo conservador y agrega que ello se evidencia “en la realidad política y económica”. Pero estima que este rasgo se acentuará más a futuro, en la medida en que el partido empiece a pisar fuerte en oriente, que es uno de sus mayores objetivos actuales.
De esta manera, Fortún advierte que al mismo tiempo el MAS irá debilitándose en occidente, “que se caracteriza por ser más maduro y progresista, en términos políticos y que -en ciertas esferas- ya da muestras de desencanto en relación a lo que hace años esperaba del Gobierno”.
En cambio, el destino de la oposición es mucho más incierto. Carente por completo de unidad y rumbo en los últimos siete años, es muy difícil arriesgar algún posible escenario, siempre tomando en cuenta que a futuro inmediato el actual Gobierno se mantendrá en el poder.
Las únicas referencias visibles hoy, son Unidad Nacional (UN) y el Movimiento Sin Miedo. Mariaca sostiene que a pesar del tiempo el primero no ha podido constituir una estructura democrática que logre reproducir liderazgos, y que tenderá a desaparecer si es que no surgen nuevos líderes.
Mientras que del MSM, advierte que está trabajando en constituirse en una opción nacional, y está logrando reproducir liderazgos, más allá del de su líder histórico y fundador, y menciona el caso de Luis Revilla. “Si esto persiste, tendrá posibilidades de subsistir”, sostiene.
El evismo
Un eventual triunfo en 2014, si bien le posibilitará a Morales acceder a un mandato adicional, al mismo tiempo sellará el fin de su conducción del Ejecutivo, pues ya no hay resquicios constitucionales para pensar en otra prolongación. A partir de esto es que Marcelo Silva invita a preguntarse ¿cómo construir el país en lo que será el “postevismo”?
Silva sostiene que esta etapa de la realidad política del país se constituirá bajo la lógica de nuevos actores, líderes que emergerán, por un lado, de los ámbitos municipales y departamentales y, por el otro, de las disidencias del MAS.
Por eso, ve clave las elecciones regionales de 2015, porque de estos comicios emergerá una nueva generación de líderes, quienes “buscarán tener una proyección nacional”. Desde ya descarta que Rubén Costas, Juan Del Granado, Samuel Doria Medina y hasta el propio Morales estén vigentes políticamente tras 2019.
“Habrá hasta un tema biológico físico que será inevitable eludir: estos políticos serán no solamente líderes tradicionales, a los que la gente siempre busca evitar, sino también serán bastante entrados en años y las sociedades latinoamericanas buscan figuras que no solamente representen novedad política, sino que también estén asociadas con un tema generacional”, asegura.
Durante el periodo 2014 – 2019, si gana nuevamente el actual Jefe de Estado, está claro que el MAS tendrá el desafío de generar liderazgos sucesores de Morales.
“Si es que el presidente Morales va a la reelección de 2014 y resulta ganador, eso le habrá marcado una fecha de expiración al evismo en Bolivia, y esa fecha sin duda es 2019, si es que no suceden acontecimientos que adelanten ese plazo”.
>>> Puntos de vista
> Ilya Fortún, analista polítco:
La maquinaria de poder del MAS es muy fuerte
La maquinaria de poder del MAS es muy fuerte y veo a Unidad Nacional y al Movimiento Sin Miedo -los únicos partidos opositores por ahora constituidos-con mucha dificultades y con pocas perspectivas de poder ganar una elección y de hacerse del poder en el corto plazo. Creo que está medio cantada (a favor del MAS) la elección de 2014, a no ser que ocurra algo realmente extraordinario.Unidad Nacional y el Movimiento Sin Miedo no han podido, durante siete años, encontrar un lugar en la oposición, un rol de opositores. No han podido resistir a la tremenda vocación del poder del MAS, y del presidente Morales, que se han ocupado de neutralizarlos y yo diría hasta de perdonarles la vida y de permitirles que sigan existiendo para darle una fachada democrática a lo que está ocurriendo actualmente.
> Fabrizio Mariaca, cientista político:
Emergerá un nuevo sistema de partidos
El surgimiento de un nuevo sistema de partidos es progresivo. No es una cosa que se pueda marcar por un fenómeno o por un hecho específico.El nuevo sistema tendrá que caracterizarse por la democratización interna de los partidos, y deberá romper el caudillismo, porque en ese esquema se generan grupos de poder que, con intención o no, representan intereses particulares. Este nuevo sistema tendrá que democratizarse en el entendido en que es necesario generar gobernabilidad en el verdadero sentido de la palabra.
En el anterior sistema se consideraba que la gobernabilidad era tener la coalición suficiente para legislar. Y ésa es una visión limitada de lo que es la gobernabilidad, que implica la vinculación entre la sociedad civil y esa representación política, para construir esa interacción real.
> Marcelo Silva, analista político:
MSM, aún vigente si hace bien las cosas
El MAS va a perdurar como partido, incluso después de 2019, a menos que exista un acontecimiento mayúsculo muy grande en la política boliviana, en la historia, la sociedad. El MSM, estoy seguro, también va a proseguir en el escenario político si es que cuida bien las joyas de la abuela: la base de su proyección política se encuentra en el municipio de La Paz. Mientras lo controle podrá tener el desafío todavía pendiente de tener una proyección nacional, que hoy día no la tiene.El resto de partidos políticos tiene futuro incierto. UN lamentablemente es un partido muy ligado a los intereses empresariales de Soboce y de Samuel Doria Medina, quien de no tener espacios espectables políticamente en 2014, tendrá que otra vez recurrir al soporte económico de Soboce para poder mantener su partido.
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