Fernando Salazar, internacionalista: "Al país le conviene más una negociación política directa con Chile"


Cuando la coyuntura marítima vuelve a las portadas de los diarios, se hace necesario apelar a especialistas y conocedores de la temática. Con frecuencia recurro al abogado internacionalista Fernando Salazar para solicitarle puntos de vista sobre la vertiginosa coyuntura marítima, que a veces asoma por estos puertos.




Don Fernando, autor del Bolivia y Chile: desatando nudos, siempre accede amablemente a responder cada vez que lo contacto.


"Cuando se presenta un problema, es normal en relaciones internacionales optar por la vía del diálogo o el camino contencioso ante un tribunal internacional o, inclusive, ambos caminos paralelos para resolver el diferendo. Sin embargo, para cualquiera de estas tres vías, se requiere, previamente, tener bien claro qué es lo que queremos conseguir", me dijo hace poco, antes de entrar de lleno a absolver mis dudas.

Aquí comparto la entrevista que le hice recientemente, luego de que el tema cobrara otra vez vigencia, tras de la intervención del presidente Evo Morales en la cumbre de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, realizada en Chile. Y más abajo cinco puntos claves del tema, reflexión de don Fernando.
     El gobierno está agotando la vía multilateral ¿Al final de qué servirá agotar con esta instancia, decir nuestra voz, si el camino trazado es llegar a La Haya?

Dadas las actuaciones de quienes manejan la política exterior boliviana en los últimos seis años, no podemos aventurarnos a decir que tiene un camino trazado.  Somos testigos de la permanente incoherencia en el manejo de este delicado tema. Un dia el presidente declara a un diario chileno que no se demandara a Chile y al día siguiente se hace el anuncio de la demanda.  

La constitución recientemente aprobada, a instancias del partido de gobierno, habla de “reivindicación marítima” y el Presidente anuncia que no se trata de reivindicación sino de un derecho.  Se desecha el dialogo, y luego se pide el dialogo…
 

Cualquier corte seria, tanto la de La Haya como el Tribunal Arbitral, juzga los casos en derecho. Allí no cuentan los argumentos emotivos, ni siquiera los históricos.  Todos los argumentos son estrictamente jurídicos.  Lo hemos visto en el diferendo entre Perú y Chile.  Que tengamos más o menos apoyos es algo que totalmente irrelevante para los jueces de un tribunal internacional.
 

¿El pedir renegociación del Tratado de 1904, y luego hablar de gas una vez resuelto el problema, nos muestra una estrategia coherente para lograr nuestro objetivo?

Acá se está cometiendo un error que nos costará muy caro.  Ninguna negociación se hace públicamente.  La negociación se la hace en privado; los resultados son públicos. Un principio básico de negociación es no revelar lo que se tiene hasta cuando es necesario.  Si uno muestras sus cartas antes de una negociación en vez de fortalecer la propia posición, está apuntalando la posición del adversario. 


En realidad, lo que ha hecho el presidente en Chile ha sido un reflejo de la ausencia de estrategia de parte nuestra. Un planteamiento de ese calibre, primero no se lo hace públicamente, y si se lo hace, hay que hacerlo sopesando previamente cuál puede ser la reacción del adversario. 

El resultado de la propuesta fue contundente: un histriónico rechazo que en vez de mejorar nuestras perspectivas, las empeoró.
 

El gobierno se va quedando con dos posibilidades: volver al diálogo bilateral o, de una vez, presentar la demanda en La Haya. ¿Qué le convendría más al país entre estas dos opciones?

El gobierno siempre tuvo estas dos posibilidades.  Cuando pudo haber aprovechado las condiciones favorables para el dialogo bilateral, las malgastó enviando negociadores totalmente ignaros en el arte de la negociación. Mas aún, los dos anteriores viceministros de relaciones más parecían negociadores chilenos que bolivianos.  El uno capituló frente en el asunto del Silala y la otra era representante de una empresa chilena.

Se perdió una gran oportunidad atribuible no solamente a Chile que, al final de cuentas, estaba defendiendo sus intereses, sino a la falta de idoneidad de los negociadores bolivianos.  Con una sola excepción, ninguno tuvo anterior experiencia diplomática.  Aun hoy, habría que preguntarse cuáles son los antecedentes en negociación del actual Cónsul en Chile o de nuestro embajador en el Perú.


Desde luego que al país le conviene más una negociación política directa.  Es el único camino para retornar al Pacifico. Pero hay ciertas condiciones previas en las que tenemos que estar claros: Tenemos que tener un norte predeterminado y que cuente con el consenso del país, debemos tener instrumentos idóneos para negociar y debemos estar conscientes que este es un proceso largo y gradual.  La estrategia del todo o nada, siempre terminará en nada, como ahora.
 


> Puntos claves del tema mar, según Salazar 

1.- El gobierno ha dado señales concretas de que no sabe qué es lo que quiere ni cómo conseguirlo. No se puede entender si se quiere retornar al Pacifico con una salida soberana o demandar la revisión del Tratado.

2.- En el supuesto caso de que se demande a Chile ante una de las Cortes (el gobierno no esta claro a cuál, si la Corte Internacional o el Tribunal de Arbitraje) el primero paso es que la demanda sea admitida lo cual es muy poco probable aunque no imposible.  Admitida la demanda ¿qué podría decir cualquiera de las dos cortes? Ninguna de las cortes definirá una salida al mar para Bolivia.  Lo único que podría definir, en el mejor de los casos, es que ha habido un incumplimiento del Tratado y que Chile debe compensar a Bolivia por ese incumplimiento. No puede decir nada más.  Entonces, si el objetivo es retornar al Pacífico, la pregunta es, ¿es este el medio idóneo para conseguir este objetivo? Ciertamente no lo es.  

3- El problema marítimo boliviano (la denominación corresponde a la OEA) es ciertamente bilateral y, eventualmente, trilateral; su internacionalización, aunque de gran repercusión simbólica, es solamente coadyuvante. Pero, además, hay un punto de partida unilateral.
 

4.- Es bilateral porque afecta directamente a dos países, Bolivia que tuvo costa soberana y que, mediante una guerra, le fue arrebatada por Chile.
 

5.- Es trilateral en razón del protocolo adicional al tratado suscrito entre Chile y Peru en 1929 que estipula que si Chile cede a Bolivia, con soberanía, una parte de lo que fue territorio peruano, solo entonces debe consultarse al Perú Es multilateral porque existen dos resoluciones de la OEA de 1979 y 1983 que una solución al problema es de interés hemisférico permanente. La de 1983 es la única que tuvo el apoyo de Chile. Es unilateral porque en su punto de partida, estrictamente boliviano, deben converger el pensamiento y la acción boliviana en una política seria, coherente, de largo alcance y con una base de consenso.

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