"En primer lugar, está en juego la credibilidad del Gobierno", Maggy Talavera, directora del Semanario Uno


Ninguna acusación de sectores opositores, en el pasado reciente, generó la “roncha” que causó la denuncia de la senadora Carmen Eva Gonzales.  ¿A qué elementos se podría atribuir que precisamente esta denuncia de la oposición sí haya  generado un “remezón” en el Ejecutivo?

Hay una razón central: el montaje del caso Ròzsa fue lo que le posibilitó al Gobierno dar un golpe certero al principal bloque opositor que tuvo hasta 2008, el mismo que estaba representado por las elites cívico-empresariales de Santa Cruz.

No podemos olvidar que el Gobierno estaba acorralado ese año, con un Presidente que no podía llegar a seis de nueve departamentos del país. Su reacción fue "disparar a matar", y gestó el caso Ròzsa, asegurándose de impactar en el blanco principal: ese bloque opositor.

Hay que reconocer que lo logró, hasta ahora, cuando aparecen pruebas que desmienten las versiones oficiales sobre la ejecución de Rózsa, tal como se puede verificar en el audio del fiscal Marcelo Soza.
Esta revelación pone en apuros al Gobierno, que se ve amenazado ante la posibilidad de quedar al descubierto en una de sus apuestas más radicales para deshacerse de sus opositores.

¿Qué está en juego políticamente con las revelaciones que supuestamente pertenecen al fiscal Soza?

En primer lugar, está en juego la credibilidad del Gobierno. Las revelaciones apuntan a confirmar que hubo un montaje en el caso Ròzsa (en el que sin duda cayeron algunos opositores, como evidencia el proceso de investigación), lo que significa no solo que el Gobierno mintió, sino que además es responsable de cuatro muertes extrajudiciales utilizadas como 'carnada' para darle peso a su estrategia de aniquilación de opositores.

Pero también está en juego su poder de control del Poder Judicial, ya que esto obligará a jueces y fiscales a hacer esfuerzos para tratar de convencer a la opinión pública que no actuaron bajo injerencia del Poder Ejecutivo.

Por último, está en juego la propia cohesión al interior del MAS. Las revelaciones de Soza suman elementos que permiten percibir con mayor nitidez la dura pugna interna que hay en el partido de gobierno entre los del bloque 'evista' y los del bloque 'alvarista', mucho más visible a partir del destape de la red de extorsión denunciada en el Ejecutivo con nexos en la Justicia (basta comprobar que en ambos casos aparecen los mismos nombres de funcionarios o ex funcionarios claves para el MAS).

Todo este panorama configura un escenario que vuelve a poner en desventaja al MAS frente a bloques opositores que van levantando cabeza. Una noticia "terrible" para el MAS en tiempos pre electorales.

¿Cuál fue -o es- la significancia política que tuvo el caso Terrorismo para el MAS?

Ya lo anoté en la primera respuesta: lo que primero fue llamado magnicidio, luego separatismo y finalmente terrorismo, es el 'caso clave' en el desmantelamiento y aniquilamiento del principal bloque opositor que el Gobierno enfrentaba en 2008.

Caso que sirvió además de escarmiento para otros sectores de oposición e incluso para las voces disidentes que ya ese año se dejaban oír al interior del MAS.

Eso sumó ventajas para el Gobierno, momentáneas, como se ve ahora, y significó el estallido de una profunda crisis en la dirigencia cruceña -vista entonces como cabeza de oposición- cuyas secuelas persisten hasta la fecha.

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