Evo Morales, líder símbolo; opositores, los tecnócratas (Percepción ciudadana sobre los presidenciables)
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Una
encuesta de Data Siete muestra -según especialistas- una tendencia
a la identificación con Evo, además deja entrever el cambio de la
valoración popular sobre el liderazgo: del tecnócrata al que
representa mayorías.
El
presidente Evo Morales no sólo tiene alto margen de aprobación
(73%) y de intención de voto (45,7%), sino también ostenta una
cualidad que encaja en la virtud esencial que la gente cree debe
tener el próximo presidente.
La
más reciente encuesta de Data Siete detecta una percepción
favorable hacia el líder que exhiba la cualidad de conocer las
necesidades de la gente, por encima -incluso- de que sea un
profesional y sepa de política y economía.
Este
dato suma más sustento a la tesis del cambio de paradigma del
liderazgo político, el cual refiere a que con el advenimiento del
proceso político en curso, una de las transformaciones ocurridas
en ese ámbito fue el paso de la valoración del paradigma de
liderazgo tecnócrata (centrado en lo técnico-profesional) a uno
cuya valoración radica en la capacidad del dirigente de representar
a mayorías.
El
trabajo y los datos
El
estudio, efectuado en las capitales departamentales y ciudades
intermedias, preguntó a 2.250 personas: ¿cuál cree que es la
cualidad más importante que debe tener el próximo presidente? El
35%, la mayoría, sostuvo: “que conozca las necesidades de la gente
común”.
De
forma individual, Morales alcanzó la mayoría respecto a sus
eventuales contrincantes, en torno a ese indicador porcentual. El
56% de los consultados piensa que la más importante cualidad del
Jefe de Estado es, efectivamente, conocer los requerimientos de la
población.
En
cambio, el porcentaje de quienes creen que Samuel Doria Medina goza
de esa característica llega hasta al 17%; en el caso de Rubén
Costas, al 14%; y en el de Juan Del Granado, al 12%.
Por
otro lado, los tres opositores obtuvieron buenos resultados en el
rasgo “es profesional y sabe de economía”. El líder del Frente
Amplio alcanzó el 35%; el principal dirigente del Movimiento
Demócrata Social, el 20%; y el candidato del Movimiento Sin Miedo,
el 18%. No obstante, Morales logra el 5%.
¿Cómo
leer los datos? “Los resultados de la encuesta marcan una tendencia
simbólica a la identificación con Morales”, explica la
investigadora en comunicación Karina Herrera.
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“Es
algo que ha logrado interpelar sin duda a varios sectores de la
población, que se han identificado con toda la historia de vida de
Evo Morales. No solamente por ser indígena campesino, líder
sindical, sino porque estas historias, que él siempre trae a
colación en sus discursos, tienen que ver con algo que marca la vida
de la mayoría de las personas en Bolivia”, afirma.
El
analista y comunicador Ilya Fortún asegura que esa “condición
étnica y sociocultural” mantiene a Morales, desde que ingreso al
gobierno, “ muy cerca de la gente, de las mayorías indígenas y
cholas de este país”.
No
obstante, más allá de que la ciudadanía pueda percibir al
Mandatario como buen o mal gobernante, se lo identifica bajo el
filtro: “es uno de nosotros”, explica.
“Y
ése es un tema determinante y muy fuerte en un país que ha
arrastrado lastres de discriminación de racismo, como lo hemos
hecho los bolivianos a lo largo de la historia”, agrega Fortún.
Rastrear
la génesis
Un
punto clave para rastrear este elemento nos lleva hasta el proceso
electoral de 2005, cuando Jorge Tuto Quiroga y Evo Morales disputaron
la Presidencia. Precisamente en esos comicios, detecta Herrera, se
identifica una característica en el discurso del Primer Mandatario,
que tiene vigencia hasta hoy: hablar desde su experiencia para
interpelar a la gente.
“Mientras
Quiroga, en su discurso, se colocaba del lado técnico-burocrático
(era además el candidato favorito), Morales ya se ubica desde
entonces en un plano de conocimiento, pero no técnico, sino de un
conocimiento que venía de lo que muchos dicen ‘de la escuela de la
vida’”, expone la investigadora Herrera.
Tras
ganar esas elecciones con el 54%, en los sucesivos comicios y en la
gestión misma se fue marcando más esta particularidad. “(Morales)
no es una persona letrada, pero sí tiene un conocimiento profundo
que viene de la experiencia, y cuando alude a cualquier tema,
siempre lo hace recurriendo a su propia experiencia, primero
indígena, como líder sindical”.
La
oposición, ¿sin margen?
Así
como Morales y el MAS perfeccionaron un aparato para interpelar a la
ciudadanía, del otro lado ¿la oposición se estancó? ¿Hay
posibilidad de que pueda remontar?
Fortún
es pesimista: “Las percepciones de la gente son demasiado fuertes.
No creo que haya un camino posible en términos de marketing
electoral para achicar esas diferencias. Lo veo complejo”.
Explica,
además, que en juego están dos paradigmas de hacer política: 1)
la manera del Presidente y su partido, que ha superado los manuales
de gestión pública, marketing y de imagen; y 2) el paradigma al
cual recurre la oposición, “probablemente ya superada por lo que
ha hecho el Presidente”.
“Creo
que están leyendo las cosas de manera errada. Es un tema de ‘chip
político’, de no entender qué ha pasado, cómo ha hecho el
presidente Morales para llegar hasta donde está, y creo que para eso
se han roto una serie de paradigmas y recetas. Este Gobierno le ha
dado la vuelta a todo. De manera muy instintiva, de manera muy de
piel, de sentimiento político, y... le ha funcionado”, cierra el
analista.
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