Semblanza: Gary Prado, entre la condena y la amnistía

La vida del general Gary Prado está marcada por sucesos que dejaron huella en el país. Capturó al Che Guevara en la década de los años 60; durante las dictaduras formó parte de iniciativas en favor del retorno al sistema democrático, quedó parapléjico por azares del destino y se dedicaba a dar cátedra cuando fue acusado en el denominado caso terrorismo.

La trayectoria militar de este hombre comenzó cuando egresó del Colegio Militar en 1958. De ahí en más tendría un periplo que inscribió su nombre en las páginas de la historia contemporánea. El 8 de octubre de 1967, el regimiento que lideraba capturó a Ernesto Che Guevara, quien había intentado establecer en Ñancahuazú una guerrilla -se estima- con proyecciones continentales. “Los derrotamos militarmente”, comentó hace poco en el programa radial Nunca es tarde, al contar que Guevara fue capturado cuando intentaba salir de la quebrada donde estaban cercados los guerrilleros.

En la historia quedan las palabras que el comandante guerrillero le dijo a Prado cuando conversaron después de que fuera apresado y se confirmara su identidad: “No se preocupe, esto se ha acabado, pero yo valgo para ustedes más vivo que muerto”.

Según todas las evidencias y testimonios, Prado entregó a Guevara vivo a sus superiores en La Higuera y no tuvo ninguna responsabilidad directa en la ejecución del comandante guerrillero y de otros prisioneros, efectuada al día siguiente, refleja el Tomo 5 de El Che en Bolivia, documentos y testimonios, trabajo que elaboró el periodista e historiador Carlos Soria Galvarro.

Sin embargo, aquel episodio hoy retumba cuando Prado es procesado por el caso terrorismo, aquel que estalló el 16 de abril de 2009, cuando -según versión oficial- la Policía desbarató a un grupo terrorista en el hotel Las Américas de Santa Cruz, donde fraguaban una conspiración separatista que buscaba eliminar al Presidente. En el enfrentamiento murieron su líder, Eduardo Rózsa Flores, y dos miembros de la célula; otros dos fueron apresados. La versión de sectores de la oposición es que el caso fue un montaje.

De forma reciente, Prado declaró en una entrevista con El Deber: “Hubo un orgasmo colectivo en la Embajada de Cuba, porque pudieron acusar al que capturó al Che Guevara. Entre la gente que armó la primera etapa de este juicio estaban los vinculados al ELN (Ejército de Liberación Nacional)”.

En favor de la democracia Pero también Prado fue un militar que durante las épocas de las dictaduras efectuó acciones en favor de la democracia. “Se ha caracterizado en la carrera militar por sus posiciones institucionalistas. Conspiró contra el gobierno dictatorial de Banzer en 1974 y ayudó a derrocar a Pereda en 1978, ocupando una cartera ministerial en el gabinete del general Padilla, Gobierno que llamó a elecciones y devolvió el poder a los civiles en 1979”, escribió Soria Galvarro en el libro indicado.

En 1974, durante el régimen de Hugo Banzer, Prado y otros militares institucionalistas emitieron un pronunciamiento para que se convoque a elecciones. En 1981, formó parte de la acción que buscaba el fin del régimen de García Meza. Sin embargo, un disparo que sufrió en la columna lo dejó parapléjico y no pudo seguir en la conspiración.

“A Prado, una bala en la toma del campo Tita lo condenó a una silla de ruedas. Ahora, sólo la silueta de sus pies a punto de derramarse de la cama delatan que fue un hombre flaco y muy alto y que supo derrotar al guerrillero icónico”, escribió el periodista Pablo Ortiz en una entrevista reciente que publicó.

En la política, de embajadorIngresó en la política de la mano del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, también cumplió funciones diplomáticas de embajador. Una de ellas en México. En una entrevista que le concedió al periodista e investigador Rafael Archondo, Prado le dijo sobre la guerrilla guevarista lo siguiente: “No tenían apoyo, ni suministros, nada. Una guerrilla así jamás podía triunfar”. Y le mencionó, además, uno de los errores que a su juicio cometió la organización guerrillera, que fue haber valorado muy poco los avances sociales logrados desde 1952. “Todo eso se ignoró, por eso la guerrilla no tuvo apoyo”, mencionó entonces.

La amnistía, el pedido Recientemente, el exconcejal del Movimiento Al Socialismo Osvaldo Peredo y el exembajador Jerjes Justiniano enviaron una carta al presidente Evo Morales, en la que piden una amnistía para Prado. El primero es hermano de Inti Peredo, quien combatió junto al Che en Ñancahuazú y logró escapar del cerco militar, aunque fue abatido después.

En la misiva, ambas personalidades apelan a la “vocación democrática” de Morales para que conceda esa medida a Prado. Éste fue obligado a asistir a las audiencias del caso en silla de ruedas y recientemente tuvo que ir en camilla después de una cirugía. No obstante, el Presidente dijo que el caso está en manos de la justicia.

Desde el masismo, Gabriela Montaño, presidenta de Diputados, reaccionó de la siguiente forma contra Peredo: “Lo que es un estorbo es la falta de consecuencia política de quien libró una guerrilla y hoy es utilizado como un instrumento de alguna derecha que pretende mostrar división en las filas del MAS”.

Con todo, Prado dijo lo siguiente: “Ellos quieren que me canse y acepte un juicio abreviado y una culpabilidad de algo que no he hecho y es algo que no lo voy a hacer nunca” y también declaró -según ANF- que no espera que el presidente Morales dicte una amnistía para liberarlo del juicio en el caso terrorismo, porque eso significaría “un perdón” por un delito que dice no haber cometido, pero insiste en que el juez lo aparte del proceso por el delicado estado de su salud.

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Examinó la teoría guevarista de la guerrilla

En 1987, el general Gary Prado publicó el libro La guerrilla inmolada, en el que analiza la guerrilla e intenta explicar su fracaso en Bolivia. “Para unos primarán las razones de carácter militar, para otros las de carácter político, podrán mencionarse también causas de carácter social y hasta económico y en cada una de ellas habrá algo de razón”, escribió.

El militar examinó los postulados que escribió Ernesto Che Guevara sobre la guerrilla. Uno de ellos es el siguiente: No siempre hay que esperar que se den todas las condiciones para la revolución; el foco insurreccional puede crearlas.

Al respecto, Prado sostiene que el enunciado no fue comprobado. “Los focos insurreccionales creados en el continente no han sido capaces de provocar las revoluciones populares ni los cambios anunciados”.

“Han ensangrentado la tierra americana, es cierto, pero sin provocar el enfrentamiento con el poder colonial que era su primer objetivo, a través de la participación directa en la lucha”, agregó en el texto.

Luego mencionó que “la guerrilla del Che en Bolivia no creó las condiciones para la revolución, sino más bien contribuyó a un largo proceso de desorientación política y social que ha agitado al país durante muchos años, en el cual se ha perdido de vista el verdadero fondo del problema por las divergencias entre hombres y teorías”.

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