Chua y Huatajata dejan atrás 20 años de enemistad y van a elecciones

Siendo más joven, Juan Huañapaco, de 78 años, fue uno de los tramitadores para que Huatajata se convirtiera en una sección de la provincia Omasuyos. Ahora, de vez en cuando se sienta al lado de su tienda, deja a un costado el bastón y contempla la plaza central, que en estos días es escenario de proselitismo de dos partidos. Por primera vez, en este nuevo municipio, se disputan la silla de la Alcaldía.
 

Vecinos señalan la plaza central de Huatajata.
Fotos: Álvaro Valero.

“Años hemos sufrido, hemos sido castigados porque estábamos luchando para lograr la tercera sección municipal”, cuenta Huañapaco, quien como muchos de sus correligionarios está expectante por la elección del próximo 16 de diciembre.
 

Pero esta sensación la tienen también los pobladores de Chúa Cocani, colindante a Huatajata, quienes también lucharon por convertir a su población en la tercera sección de Omasuyos.

Por varios años, ambos poblados pelearon por esta cualidad. Ahora,  serán “municipios gemelos”. “Hemos luchado para ser tercera sección, nos hemos luchado harto, nos costó tiempo”, afirma Santos Coarite, de 65 años.

 

El objetivo de subir de jerarquía municipal enfrentó a ambas comunidades y las enemistó por al menos 20 años, aunque delante, su principal problema, estaba en la desazón que sentían porque Achacachi, municipio al que pertenecían los relegaba.



Pobladores de Chua muestran el lugar donde se
construirá el palacio municipal. 

“Nosotros pertenecíamos a Achacachi, que todo el tiempo nos marginó”, dice un vecino de Chúa Cocani. “El gobierno de Achacachi no nos satisfacía. Las ayudas que recibían, ellos no nos daban”, sostiene, a su vez, un poblador de Huatajata.

Ambos municipios están a una distancia de cinco kilómetros -siete minutos de recorrido en vehículo-, comparten la ubicación de estar a orillas del lago Titicaca. Entre medio de ambos pasa la vía hacia Copacabana.

El fin de las disputas sucedió el 8 de agosto de 2010, cuando vía decreto el Gobierno convirtió a ambas localidades en municipios. Desde entonces, las peleas cesaron y hasta hablan de haberse “hermanado”, y que además, como nacieron juntos, son “municipios gemelos”.

Por eso es que ven la elección de su primer alcalde como algo “histórico” y trascendental, ya que asumen que generará el comienzo de su progreso.

En Huatajata aspiran a impulsar su feria semanal, que también recibe visitas desde Perú, además de incentivar el turismo, crear un puerto y mejorar la urbanización, con la provisión de alcantarillado, espacios recreativos y canchas reglamentarias de fútbol.

Ambos municipios tendrán un similar Palacio Consistorial.
En la imagen la maqueta de la obra.  

“Habrá una avenida al lago, donde estará el puerto principal, ya que de Perú vienen a la feria. Bien concurrido va a ser posteriormente”, comenta un vecino.
 

Por el lado de Chúa Cocani se anhela desarrollar la producción de papa y haba, a través de la “mecanización”. Incluso se habla de desarrollar otras riquezas naturales que tienen en su seno. Y al igual que su vecino: quieren construir un puerto.

“Tenemos muchas riquezas, tenemos petróleo, oro. Nadie conoce, como Tiwanaku aquí existía. Aquí está oculto todavía. Con eso nosotros vamos a potenciar, y con la unidad y a través de nuestro futuro alcalde vamos a ir para el futuro”, sostiene Miguel Montoya, ex autoridad.

La campaña está activada. En Huatajata sólo compiten dos partidos: el Movimiento Al Socialismo y el Movimiento por la Soberanía. En Chúa Cocani hay cuatro frentes que buscan la silla municipal: el MAS, el Movimiento Por la Soberanía, Unidad Nacional y Alianza Social Patriótica.

Si bien Juan tiene la “esperanza” de que días mejores vendrán, es consciente que al principio será difícil. “Como recién casado, igualmente el municipio va a sufrir unos cuantos año y poco a poco después va a lograr (desarrollarse). Si el Gobierno nos ayudara, rápidamente vamos a desarrollar. Pero sabemos que vamos a sufrir los primeros dos o tres años”.

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       Versión publicada: Página Siete