“Debe responderse desde el evangelio y la ortodoxia”, Hugo Trujillo, canciller del Arzobispado de La Paz

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- ¿A la Iglesia y los fieles  les conviene más que el nuevo Papa sea conservador o progresista?

- A nivel muy humano hemos hecho esa división de conservadores y de avanzada. El conservador generalmente es el observante de la ley y de la voluntad de Dios, a través de la escritura. Y al que rompe con todo eso le llamamos de avanzada.

La historia muestra que  la Iglesia ha tenido mucho éxito  en cuanto que los papas han sido capaces de respetar la voluntad de Dios. Y aquellos que se han puesto contra ella  y han dado pasos de avanzada, que no tenían que ver con el plan de Dios, han fracasado.  La vida de Juan Pablo II, por ejemplo,  está ya en los altares.

Lo que buscamos ahora es un hombre de oración, que sea teólogo, para que sepa interpretar la voluntad de Dios, que conozca la realidad y que tenga en cuenta que debe  construir el reino de Dios y no su propio reino, y eso es un gran desafío para el nuevo Papa.

- Juan XXIII revolucionó la Iglesia. ¿Cuál es su  valoración?

- Al papa Juan XXIII lo eligieron para ser  de transición.  Pero ahí está la obra del Espíritu Santo, que no sabemos por dónde sopla. A los pocos días de ser Papa abre las puertas del Vaticano y dice: “es hora de que entren aires nuevos a la Iglesia; convoco al Concilio Vaticano II  ecuménico”. Es obra del Espíritu Santo, no porque fue  revolucionario sino porque el Señor le dijo: “tienes que hacer esto”.

- Entre avanzado y conservador, ¿dónde lo coloca usted?   

- Yo no lo pondría en ninguno porque se han conservado muchas cosas y se han avanzado muchas. La Sacrosanctum Concilium, que es el documento de la liturgia, se ha reducido a que el cura dé la vuelta y celebre la misa mirando al pueblo, pero nadie sabe por qué, ni se  ha estudiado por qué sacamos  el latín e incluimos  el español. Muchas cosas de ese documento no hemos hecho. Por eso Benedicto, antes de irse, en su última recomendación a los sacerdotes y seminaristas del Vaticano,  dijo: “Vuelvan a leer el Concilio Vaticano II,  el catecismo de Juan Pablo II y pónganlo en práctica”.

- Benedicto XVI al parecer se recordará más por ser un papa de transición, ¿no lo cree así?

- No. Todos hemos confiado en él, porque era el gran teólogo. Ahora bien, desde su sabiduría vio que hasta aquí nomás, dado que de su último viaje que tuvo a Cuba regresó muy mal. Entonces, reconoció que humanamente no va a poder,  porque imagínate las horas que se pasarán discutiendo si aprobamos o no el aborto, y un hombre de edad ya no alcanza. Midió  sus fuerzas y ha dicho: “no, que venga otro porque los desafíos son grandes”. Estos temas que hemos tocado son puntuales para el próximo papa…

- ¿Los temas que emergen de la encuesta son también desafíos?

- Son desafíos para la Iglesia y que la Iglesia tiene que dar respuesta, en el marco del evangelio y de la ortodoxia de la Iglesia.

- ¿Es necesario un Concilio Vaticano, hay las condiciones?

- El consejo sabio que dio el cardenal Martini, antes de morir, en un retiro que ha hecho con los seminaristas y sacerdotes de Milán, fue: “No hemos puesto en práctica ni el 30% del Concilio Vaticano II, cómo vamos a hacer un tercero”.   Él decía que no es necesario el concilio para abordar temas que ya tienen respuesta desde el evangelio.