“La gente piensa que cuando un niño trabaja ya no juega, eso no es cierto”, Geral Vino Vidal, dirigente de la niñez

 

Fotos: Pablo Peralta Miranda
 Geral Vino Vidal (12 años) habla con la soltura de un dirigente consumado. Apenas tiene 12 años, trabaja desde los 11, pero es el principal líder de los niños trabajadores de Cochabamba.

Sueña con ser arquitecto, aunque tiene un “plan b”: si es que aquello no se cumple, quiere ser futbolista. Cree que hay tiempo para todo: ser serio, jugar, reír... y sostiene que ahora valora más el dinero y que evita “derrochar la plata”.

El sector al que representa Geral, marchó el 18 de diciembre en La Paz e intentó ingresar en la plaza Murillo, porque está en contra que se fije en el proyecto de ley del Código Niño, Niña y Adolescente una edad mínima límite para que la gente comience a trabajar.

La Policía impidió esa intentona con gas pimienta. Sin embargo, el Senado aceptó debatir sus inquietudes en torno al proyecto mencionado. Días después, hasta el presidente Evo Morales se pronunció a respecto: "No debería eliminarse el trabajo de niños, niñas y adolescentes, pero tampoco deberíamos explotar o insinuar a que trabajen”, sostuvo el Mandatario.

En esta entrevista, Vidal asegura que si se fija una edad límite mínima para trabajar, los niños por necesidad lo harán de forma secreta.

- ¿Cómo es que te viste obligado a trabajar a tu edad?

Yo no me veo obligado a trabajar porque a mí me gusta mi trabajo. La gente piensa que cuando un niño es ya trabajador ya no juega, ya no hace otras cosas. Eso no es cierto, porque los niños ahora ya hemos madurado, y tenemos ratos para jugar, para ponernos serios, pero también hay ratos para reír.

¿Desde cuándo trabajas?

Desde hace dos años.

¿Podrías comentarnos a qué actividad te dedicas?

Ayudo a las señoras en carretilla, en la feria América de Cochabamba, una feria donde venden toda clase de productos.

¿Cuál es tu labor concreta?

Digamos que hay una señora con bultos y no puede alzarlos, y dice: “Chicos, ¿me ayudan?”. Ayudamos y nos pagan al final.

¿Cuánto vale ese servicio?

Es voluntario. Hace tiempo que no hemos puesto precio, pero ahora han dicho que vamos a empezar a colocar, porque por el hecho de no poner precios la gente está empezando a explotarnos. O sea, nos pagan un peso, dos pesos y no saben nuestra realidad de cómo ganamos al día. Lo que ellos ganan al mes, nosotros lo ganamos en un año, que son 1.000 a 1.200 bolivianos.

¿Qué haces con tu dinero?

Ahorro y cuando necesito, saco, y en mi colegio, digamos, pago la cuota; lo que se presente, pago.

¿En qué horario trabajas?

De siete hasta las tres de la tarde o hasta las cuatro.

¿A qué se dedican tus papás?

Mi papá se fue a España y yo estoy viviendo con mi mamá, que vende plantitas.

¿Cuántos hermanos tienes?

Cinco hermanos.

¿Todos trabajan como tú?

Menos los dos menores.

Con tu trabajo, ¿te queda tiempo para estudiar?

Sí, realmente sí. Desde que empecé a trabajar comencé a valorar mi plata, he empezado a valorar a mi mamá y a evitar “derrochar la plata”, como se dice. Entonces dije: “Mi mamá hace un esfuerzo grande y tengo que sacar buenas notas”. Y sí, recientemente en una olimpiada quedé en segundo lugar.

¿A qué curso pasaste?

A séptimo.

Eres dirigente de los niños trabajadores, ¿cómo calificas tu experiencia como líder?

Yo diría que buena, porque me ayuda a que cada día vaya perdiendo más y más miedo.

¿Cuál dirías que es la peor experiencia que has tenido como dirigente?

La peor no sería, porque todas me han gustado.

¿La mejor?

Igual, todas me han gustado.

¿Una que destaques?

Que mi organización haya podido conseguir, primero en Sacaba, la credencial para que podamos entrar gratis a parques y hospitales. Ahora estamos consiguiendo para toda Cochabamba, y después vamos a tratar de hacer para toda la Unatsbo (Unión de Niños y Niñas Trabajadores de Bolivia).

¿Y ahora qué objetivo quieres lograr como dirigente?

Yo quisiera que en esa ley (proyecto de Código Niño, Niña y Adolescente) no haya edad mínima (para trabajar), porque hay niños que tampoco trabajan por querer , como yo, que quiero, ¿no ve?, y me gusta. Hay menores que salen a trabajar porque son huérfanos. Además, a los niños no les gustan los hogares porque son horribles, debido a que se está ahí encerrado, sin salir, sin hacer nada.

¿Qué fue lo que les hizo venir hasta la ciudad de La Paz?

Nosotros nos trasladamos (a La Paz) porque estamos en emergencia, porque están aprobando una ley en la que los grandes estaban hablando por nosotros.

Somos representantes, tenemos que hablar, somos la boca de todos, y hemos venido aquí porque se estaba aprobando una ley mínima que fija de 14 años para arriba la posibilidad de trabajar, y nosotros no quisimos eso porque la mayoría tiene menos de esa edad. Por ejemplo, donde trabajo hay chiquitos de ocho y 10 años. Los niños de Sacaba, por ejemplo, se meten a trabajar a las panaderías a los 12, 13, 14 años.

¿Qué pasará si no se modifica la edad límite mínima para poder trabajar?

Yo diría que los niños van a trabajar clandestinamente, porque hay niños que sí necesitan, valoran a su mamá o a su papá, ellos necesitan y trabajarían clandestinamente. Los niños trabajarían clandestinamente, ocultándose para que no les vean, para conseguir un poco de dinero. Las autoridades les forzarían a que les hagan explotación infantil o si no, abuso sexual, porque hay niños que igual sufren por eso.

¿No te interesa ingresar en el mundo de la política?

No. Realmente no.

¿Por qué?

Es que siempre hay gente que te va a odiar, te va a querer odiar, y a mí no me gusta mucho que me tengan rencor y por eso no quiero entrar. Mi meta es ser arquitecto y si no se puede lograr quisiera ser futbolista.

>>>

Hoja de vida:
Origen: Nació el 30 de octubre de 2001 en Cochabamba.
Dirigente: Es presidente de la Organización de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores de Cochabamba.
Estudios: Pasó a séptimo grado. Tras salir bachiller quiere estudiar arquitectura.

 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios