El “factor Evo” y la despolitización juvenil: lo que frena la renovación de liderazgos en Bolivia


Abecor
Ideas/La Frontera Dos consultó a especialistas y políticos sobre cuáles son las barreras que impiden que haya un recambio en los adalides en el escenario político.

El proceso electoral en curso viene también a confirmar que en el país se vive una ausencia en la renovación de liderazgos políticos, situación que se presenta tanto en el partido en función de Gobierno como en los frentes de oposición.

Los liderazgos de los candidatos a la Presidencia: Evo Morales, Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga y Juan Del Granado están vigentes en la escena política desde hace más de diez años. Sólo Fernando Vargas es nuevo en las lides político-electorales como postulante.

En el caso de Doria Medina y Quiroga, más allá de sus actuaciones como ministros de Estado, fueron candidatos a la Vicepresidencia en 1997, el primero por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y el segundo por Acción Democrática Nacionalista (ADN), y ambos postularon a la Presidencia en 2005. Doria Medina candidateó también en los comicios de 2009, mientras que la próxima elección de octubre es la segunda ocasión en que Tuto postula a la silla presidencial.

Es la primera vez que Del Granado postula a la Presidencia, pero su trayectoria política incluye haber militado en el MIR, en el Movimiento Bolivia Libre y haber sido diputado y alcalde; en 1999 fundó el Movimiento Sin Miedo, partido con el que ganó dos veces la Alcaldía y con el cual ahora postula a la Presidencia.

Morales es candidato a la Presidencia desde las justas electorales de 2002, cuando quedó segundo. Para las elecciones de esta gestión hace gala del mismo binomio que presentó en 2005 y 2009: Evo Morales-Álvaro García Linera.

Una indagación con especialistas y políticos sobre las posibles causas para la falta de renovación en los liderazgos políticos muestra que están como razones, en primera línea, el "factor Evo" (la prevalecencia del caudillo en la escena política y mediática) y la "despolitización" de las nuevas generaciones.

Cayó el sistema, ¿la dirigencia?

Entre 2003 y 2005 se derruyó el sistema político y con él también el sistema de partidos. Frentes como ADN, MIR y el Movimiento Nacionalista Revolucionario -que tras el retorno de la democracia fueron protagonistas de la "democracia pactada"- quedaron menoscabados.

En su lugar emergieron otras tiendas políticas, como Unidad Nacional, que lidera Doria Medina, que tuvo su debut en las elecciones de 2005 y que ahora forma parte de la alianza Unidad Demócrata; y la agrupación Podemos, de Tuto Quiroga, que hoy está extinta.

No obstante, pese a la implosión del sistema político, la dirigencia no cambió y mientras el MAS consolidó su poder en el Estado, Morales afianzó un liderazgo de tipo caudillista.

El peso de Morales y su presencia mediática es de tal magnitud, que en ese partido se volvió en un "líder sin herederos", tanto así que el desaparecido senador Antonio Peredo llegó a decir que "el MAS sin Evo no existiría".

"En las filas del MAS el caudillo se ha vuelto insustituible. El culto a la personalidad y la discrecionalidad han convertido a Evo en un amo al que la plebe ama o teme, o ambas cosas a la vez. Ésa no es la relación que se establece entre la ciudadanía y un líder democrático", sostiene José Antonio Quiroga, miembro del Foro de la Ciudadanía Democrática.

Este dirigente agrega que la falta de renovación de liderazgos en el MAS "obedece al carácter autocrático de su proyecto político: por tercera vez nos ofrece el mismo binomio". No obstante, considera que "el caudillismo también impide el surgimiento de nuevos líderes entre las fuerzas democráticas".

Otra causa para el "freno" de la renovación de liderazgos tiene que ver con la cantidad de mensajes mediáticos que el Gobierno difunde sobre la figura de Morales. Para Félix Patzi, exministro de Educación en el primer Gobierno del MAS, éste es un "elemento fuerte" que desmotiva a las "nuevas generaciones" a pensar en construir liderazgos políticos.

"El obstáculo mayor que perjudica al surgimiento de nuevos líderes es al avasallamiento mediático que presenta como único líder a Evo Morales. Por lo tanto, al niño, al joven se le dice a cada segundo -de forma indirecta- que Evo es líder único y, por lo tanto, las generaciones nuevas, que están naciendo y quieren ser políticos, no ven margen para nada", afirma Patzi.

¿Desinterés en la política?
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Los liderazgos jóvenes no sólo tienen en contra esa "idea fuerza" de la que habla Patzi, sino también deben superar la "enorme despolitización de las actuales generaciones", sostiene el sociólogo Franco Gamboa Rocabado.

"No hay una propuesta ideológica solvente. Los jóvenes se dejan llevar por las tendencias de moda, como siempre ha sido, pero sobre todo por la cultura del consumo actual. Entonces, no es posible convencer a la gente de ideales, de grandes proyectos políticos, de grandes ideologías. Están (los jóvenes) desorganizados y despolitizados", explica Gamboa.

A la par de aquello, también están otros factores que impiden la renovación de liderazgos políticos: la falta de visión en la oposición y la ausencia de un sistema de partidos, que reemplace al que se derrumbó en el periodo 2003 y 2005.

José Antonio Quiroga, uno de los impulsores de lo que fue el Frente Amplio, sostiene que los candidatos de Unidad Demócrata, el Movimiento Sin Miedo y el Partido Demócrata Cristiano "pertenecen más al pasado que al futuro" y que no parecen tener condiciones "para contraponerse a la autrocracia reinante". Además, asegura que los líderes opositores les "faltó visión, además de desprendimiento político, para promover una nueva generación de dirigentes nacionales".

Tras la "implosión" del anterior sistema de partidos, según Quiroga, se consolidó un sistema que tiene un "carácter informal" y es en el que predominan los sindicatos y los medios de comunicación.

"El MAS es la expresión más nítida de ese proceso: actúa más como una confederación de corporaciones que como un partido político y dispone de una amplia red de medios estatales y privados", afirma Quiroga.

Pero en frente, en la vera de la oposición, el partido de Gobierno no tiene partidos nacionales, ya sea porque los frentes no tienen alcance nacional o porque no son propiamente partidos políticos, según este dirigente.

"No hay, por tanto, un nuevo sistema de partidos, alternativo al que prevaleció en el pasado. Eso puede explicar en parte la ausencia de nuevos liderazgos", afirma.

Así el panorama, a juzgar de Patzi en el país hoy prevalece una "nueva concepción política", basada en la idea de que el caudillo se "eternice" en el poder por varias décadas.

"Eso es por lo menos la expectativa, el planteamiento de MAS, encabezado por Evo Morales, que realmente se vaya eternizando en el poder, por lo menos dos décadas más o tres más, a lo mucho, hasta que se envejezca".

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