Tres generaciones buscan sin éxito los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz
Así comenzó un periplo que se inició
con las gestiones de la madre de Marcelo, Elena Santa Cruz, el mismo
día de su desaparición; la posta la continuó su esposa María
Cristina Trigo, quien falleció a fines de diciembre de 2014. Ahora,
prosiguen esa tarea sus dos hijos, María Soledad y Rodrigo.
“Desde el año 80 hasta el año 2010,
hemos desarrollado un sinnúmero de gestiones, y han sido tres
generaciones que han estado dedicadas a esta tarea. Mi abuela,
primero; mi madre y luego mi hermano y yo. Tres generaciones, durante
más de 30 años, sin resultados”, comenta María Soledad Quiroga.
Marcelo fue asesinado el 17 de julio de
1980. La reunión en la que participaba, junto a otros líderes, en
la sede de la Central Obrera Bolivia fue intervenida de forma
violenta. Ese día estalló el golpe de Estado de Luis García Meza.
Desde esa jornada -recuerda su hija- la
mamá de Marcelo envió cartas y realizó gestiones para recuperar
los restos del político. No obstante, no tuvo éxito.
Los procesos y los archivos
Con el restablecimiento del Estado de
Derecho se desarrolló el juicio de responsabilidades contra
Luis
García Meza y Luis Arce Gómez, quienes fueron finalmente
condenados. El proceso duró nueve años, desde 1983 hasta 1992. En
ese lapso, María Cristina Trigo estuvo como “una de las partes
principales” del proceso, comenta su hija. No obstante, la causa no
esclareció las circunstancias de la muerte de Marcelo ni ayudó a
identificar el paradero de sus restos.
Otro juicio se llevó adelante entre
los años 1997 y 2007, pero esta vez en contra de las personas
involucradas en la muerte y desaparición del líder. Sin embargo,
las penas dictadas a la mayoría de los implicados -según María
Soledad- fueron “irrisorias”; y en el caso de tres de los
inculpados si bien recibieron penas mayores, el Estado no logra que
ese veredicto se cumpla.
Como tampoco se avanzó en esa vía
sobre los restos del líder, entre 2007 y 2010, la esposa y los hijos
de Marcelo solicitaron la desclasificación de los archivos de las
Fuerzas Armadas, con el fin de conocer información que permita
encontrar los restos del político.
“Nosotros tenemos evidencia de que
existen esos archivos, porque hemos ofrecido incluso en el último
juicio fotocopias de documentos extraídos de los archivos de
inteligencia militar. Entonces, tenemos certeza de que existen”,
afirma José Antonio Quiroga Trigo, sobrino de líder.
Incluso hay resoluciones judiciales
que conminan a las FFAA a dar acceso a los familiares a los
archivos militares, según Olga Flores Bedregal, hermana del líder
desaparecido Carlos Flores Bedregal.
Esta activista sostiene que hay siete
documentos entre resoluciones judiciales, una orden fiscal, una
resolución ministerial y una recomendación de la Defensoría del
Pueblo que versan en ese sentido.
Sin embargo, desde el Ejecutivo se
sostiene que en los archivos militares no hay documentos de la
naturaleza que reclaman los familiares de los desaparecidos.
El 22 de diciembre de 2010, cuando el
tema escaló en importancia en la agenda mediática, el presidente
Evo Morales aseguró: “Anteayer estaba en la reunión con el Alto
Mando Militar y pregunté por cuarta o quinta vez. No hay nada
oculto”.
El Jefe de Estado también anunció que
lideraría el ingreso, junto con los familiares, al Gran Cuartel de
Miraflores con el fin de revisar los archivos.
“Lamentablemente este año ya no voy
a poder por razones de tiempo, (pero) el próximo año (2011) les
voy a convocar y acompañar personalmente (para revisar) de archivo
en archivo”, dijo entonces el Mandatario, antes de sostener que en
esa visita iba a pedir a los familiares demostrar dónde se ubican
los archivos a los que se refieren.
Flores Bedregal sostiene que tras aquel
ofrecimiento enviaron una carta al Presidente para definir la
fecha del ingreso. No obstante, la activista asegura que “hasta el
día de hoy no hay respuesta” a la misiva.
Página Siete buscó comunicarse con
Gabriel Machicado, viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales,
del Ministerio de Justicia, para conocer la postura del Gobierno. No
obstante, pese al requerimiento que se realizó, no se tuvo éxito.
La acción internacional
Después de agotar las instancias
internas, en marzo de 2010, la familia de Marcelo presentó una
denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la
OEA, donde el caso se ventila en la actualidad. “Ésa fue la última
gestión que hizo mi madre. Después ya su estado de salud no le
permitió hacer nada más”, comenta María Soledad.
Agrega que como hija de Marcelo, junto
a su hermano, al igual que lo hicieron su madre y su abuela,
continuarán en este esfuerzo, “haciendo todo lo que esté en
nuestras manos”.
Las frases:
“Mi madre acaba de morir sin haber
conocido ni haber recibido los restos de mi padre.
Eso es absolutamente injusto”. María
Soledad Quiroga, hija de Marcelo
“El Gobierno no sólo no colabora en
la investigación sobre los restos de Marcelo, sino que obstaculizó
la investigación que debía hacerse”. José A. Quiroga, sobrino
“La desaparición forzada es un duelo
permanente en tanto no haya los restos. Por ello, el delito de
desaparición es un delito que no prescribe”. Olga Flores Bedregal,
activista
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