Polémica: Las ONG en la Bolivia de hoy, ¿indispensables o innecesarias?

Abecor

Desde el 10 de agosto se vive en el país otro capítulo en la relación entre el Gobierno y las organizaciones no gubernamentales (ONG) que no son afines al Ejecutivo. Especialistas analizan los puntos de discordia.

El lunes 10 de agosto, un nuevo episodio se sumó a los puntos de discordia entre el Gobierno y las ONG que no son afines al Ejecutivo. Fue a partir de una declaración del vicepresidente Álvaro García Linera.

El Segundo Mandatario sostuvo que cuatro ONG (las Fundaciones Milenio, Tierra, el CEDIB y el CEDLA) faltan a la verdad y defienden intereses foráneos.

En una conferencia de prensa afirmó que "había una ONG, IBIS, que hacía política encubierta y le dijimos ‘váyase a hacer eso en su país y no aquí en Bolivia’, y a los compañeros que trabajan en estas ONG les decimos que tienen el derecho a publicar lo que quieran, pero no mientan y no defiendan intereses extranjeros".

Ése fue el preludio para todo lo que vino después: la reacción de las ONG sindicadas, la polémica con la carta de intelectuales del mundo en la que llaman al Vicepresidente a la reflexión, y el debate que se abrió sobre si este tipo de organizaciones son necesarias o no en la Bolivia de hoy.

La misiva internacional

"Como bien sabe el Vicepresidente, la disidencia o la crítica intelectual no se combate a fuerza de censura y efecto de amenazas y descalificaciones, sino con más debate, más apertura a la discusión política e intelectual; esto es, con más democracia", redactaron los intelectuales en una carta que enviaron a García Linera el 12 de agosto.

Un dato importante que mencionan los especialistas consultados para esta nota es que, a diferencia de episodios pasados, cuando el presidente Morales era uno de lo protagonistas en los cuestionamientos a estas organizaciones, quien lidera ahora la postura del Ejecutivo sobre el tema es el Vicepresidente.

El sacerdote jesuita y antropólogo Xavier Albó sostiene: "Yo creo que Evo se ha mantenido un poco en la reserva. Entonces, el Evo debe estar mirando hasta dónde puede llegar... pero mirará un poco por cómo es la reacción de la gente".

La repercusión del tema a nivel internacional y la carta de los intelectuales denota que las declaraciones de García Linera "tuvieron una repercusión muy fuerte", sostiene el analista Jorge Dulón, dado que se trata de un documento -asegura- que enviaron varios intelectuales "que en algún momento apoyaron al Gobierno boliviano". Entre los firmantes figuran el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos y el uruguayo Eduardo Gudynas.

La respuesta de García Linera data del 18 de agosto: "Entiendo que se preocupan respecto a la libertad de expresión, pero considero que lo hacen en vano (...) Y digo que su preocupación es vana porque en mis declaraciones sobre las cuatro ONG (Milenio, CEDIB, Fundación Tierra y CEDLA), ni ahora, ni en ninguna oportunidad anterior, he planteado su cierre, expulsión o restricción alguna de su actividad".

El Vicepresidente agrega: "Estas cuatro ONG bolivianas tienen todo el derecho a existir, funcionar, investigar e incluso a hacer política; sin embargo, nosotros tenemos el derecho y la necesidad -así lo exige el movimiento popular que conduce el proceso revolucionario en Bolivia- de criticar su sorprendente encuadre ideológico en el discurso medioambientalista emitido y financiado desde los centros imperiales".

La diputada oficialista Sonia Brito considera que hubo "un mal entendido", dado que considera que la observación principal que hizo García Lidera estuvo relacionada a la intromisión de organismos internacionales en temas internos; y sobre las cuatro ONG afirma que se cuestionó que difundan información tergiversada y tendenciosa, que no se ajusta a la realidad.

"Eso es lo que ha dicho el Vicepresidente, pero se ha malinterpretado estas declaraciones; cómo que se estaría coartando la libertad de expresión de la ONG. De ninguna manera", afirma la diputada.

ONG, ¿necesarias?
En la actualidad, la polémica se centra en si las ONG son necesarias en un Estado que hoy es fuerte y tiene un rol protagónico en ámbitos como el económico.

Al respecto, la mirada de los especialistas es que las ONG son necesarias en sectores en los que se registra vulnerabilidad. "Las ONG han nacido con el objeto de subsanar ciertas deficiencias en las distintas sociedades, no necesariamente las más pobres. Cualquier sociedad tiene deficiencias en su funcionamiento, lo cual genera sectores vunerables. Para atender a esos sectores vulnerables es que surgen las ONG, las fundaciones", explica Jorge Abastoflor, especialista en gestión.

Pero, ¿son indispensables las ONG en la Bolivia de hoy? "Mientras existan sectores vulnerables, toda la ayuda que sea posible va a ser necesaria", afirma Abastoflor.

Mientra que Albó responde que "Sí, con tal de que se den cuenta que muchas cosas que antes hacían ellas ya las puede hacer el Estado y el Gobierno; lo que seguramente no hará es la capacitación de gente. La capacitación de gente para hacer llunkus, todo lo que quieras; pero para hacerlos críticos y demás, eso no lo hará".

La diputada Brito afirma que son necesarias, pero que en cuestión de los pueblos indígenas estos no requieren que sean sus portavoces, dado que estos sectores sociales están presentes en la administración del Estado, desde el Ejecutivo hasta los niveles subnacionales.

"Estamos hablando de que los pueblos indígenas ya se han empoderado. Son parte de este proceso, además son parte fundamental de la construcción del nuevo Estado plurinacional...", comenta.

La legisladora agrega "que las organizaciones tienen que trabajar en el marco del Plan de Desarrollo del Estado, y que no deben hacer un trabajo en contrasentido de aquello", criterio que, sostiene, no lo estableció el Gobierno, sino que fue implementado en gobiernos anteriores al de Morales.

Una postura distinta tiene Dulón, quien dice que "hay un tema de fondo". Y es que este especialista considera que "existe una susceptibilidad" del Gobierno, en el sentido de que "hay ciertas ONG que están trabajando mucho el tema indígena, el tema del medio ambiente, y son esas las que ahora han sido identificadas como peligrosas".

Este analista político afirma que "hay una línea clara del Gobierno de emprender la exploración y explotación de recursos naturales para la búsqueda de hidrocarburos", acción que provocará "cierta susceptibilidad porque las exploraciones se van a hacer en áreas protegidas, asunto que toca de alguna manera el tema de las culturas y el tema indígena".

"Entonces, desde mi punto de vista, aunque suene un poco duro esto, no le conviene al Gobierno tener a ONG en el país que puedan promover ciertos movimientos, cierto activismo en contra de las políticas de explotación de recursos naturales", sostiene.

Ante este panorama la pregunta que sale a relucir es: ¿cómo encontrar la salida? Dulón considera que debe primar el diálogo. "No es la primera vez que el Gobierno ha tenido problemas con algunas ONG y esto siempre ha prosperado en la medida que ha habido la posibilidad y la voluntad política del Gobierno para acercarse a éstas y para poder ver un poco la línea que tienen", expresa.

La diputada Brito sostiene que el Gobierno respeta las libertades y garantías constitucionales de las ONG. "Es respetuoso (el Gobierno) y todas estas organizaciones tienen todos los derechos que nuestra Constitución les otorga. Por tanto, no debe tener resquemor porque, en este caso, nuestro Gobierno brinda todas las garantías para el funcionamiento de este tipo de organizaciones".

Pero recuerda que "las organizaciones tienen que trabajar en el marco del Plan de Desarrollo del Estado. No pueden ir haciendo un trabajo paralelo o en contra de él".
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Las ONG sí son necesarias

Sonia Brito, diputada

Las ONG sí son necesarias, cumplen un rol importante. Deben cumplir un rol técnico de especialización en muchas de las áreas en las que se trabaja. Ahora bien, los pueblos indígenas, campesinos y originarios, hoy en día, no necesitan de un intermediario, de ningún otro interlocutor para que los defienda, porque hay una visión paternal sobre los pueblos indígenas, campesinos y originarios.

Hoy en día, estos sectores forman parte del Gobierno, forman parte de las estructuras de poder del Estado, de la toma de decisiones del Estado, no sólo en el ámbito ejecutivo, sino también en los gobiernos subnacionales.

Hoy en día estas organizaciones y los pueblos indígenas ya no pueden ser inadvertidos. Cualquier proyecto de desarrollo, cualquier programa, cualquier POA que se trabaje en una región no puede ya hacerse sin la presencia de estas organizaciones que representan a los pueblos indígenas, campesinos y originarios.

Hoy en día, los pueblos indígenas tienen voz propia. Ellos defienden sus derechos. Ellos están en las estructuras de poder del Estado. Eso no quiere decir que las ONG no sean necesarias. Estamos hablando de dos temas distintos.

Estamos hablando de que los pueblos indígenas ya se han empoderado. Son parte de este proceso, además son parte fundamental de la construcción del nuevo Estado plurinacional. El propio Gobierno no toma decisiones si es que no les consulta a las organizaciones.

Eso no quiere decir que las ONG ya no tengan necesidad de existir. Cada quien tiene que cumplir el rol que le corresponde. A las ONG les corresponde hacer un trabajo de apoyo técnico, fundamentalmente, de asesoramiento, de acompañamiento de las demandas, etc. Pero los pueblos indígenas tienen su voz propia. Entonces para efectos políticos las organizaciones indígenas se bastan para reclamar por sí mismas. No debemos tener esa visión paternal de seguir hablando por ellas.

Sin embargo, eso no quiere decir que ya no son necesarias las ONG; deben cumplir el rol de apoyo, de acompañamiento a los sectores sociales y en este caso si es que trabajan con pueblos indígenas campesinos originarios. Y hay que aclarar que muchas ONG no trabajan con esos sectores, sino con juntas vecinales, mujeres, niños; otro tipo de temáticas técnicas, salud, educación, en fin. Creo que eso es importante aclarar.

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Fragmento de la carta de los intelectuales
"Por la presente, quisiéramos hacerle llegar nuestra preocupación frente a las infundadas acusaciones y amenazas de expulsión vertidas por usted el lunes 10 de agosto pasado contra cuatro ONG de larga trayectoria en Bolivia: CEDIB, CEDLA, Fundación Tierra y Milenio.

Dichas acusaciones y amenazas constituyen un gesto de autoritarismo e intolerancia de su parte que, además de concretarse por la vía de la expulsión, implicarían un grave corrimiento respecto de la restricción de los derechos civiles; entre ellos, la libertad de expresión y de asociación y, por consiguiente, un retroceso enorme para la democracia boliviana.

Las ONG afectadas, varias de las cuales -como CEDIB y CEDLA- reúnen intelectuales de reconocida trayectoria en el campo de las izquierdas y el pensamiento crítico, vienen elaborando informes e investigaciones sobre diferentes temáticas de la realidad boliviana (económicas, ambientales, socio-territoriales, entre otras), cuyo único problema es el de contrariar las expectativas gubernamentales respecto del avance en ciertos temas, o bien el de resultar incómodos para el partido de gobierno.

Lamentamos, además que quien levanta estas acusaciones y amenazas sea un prestigioso intelectual y sociólogo, autor de tantos e importantes trabajos e investigaciones sobre Bolivia, con proyección latinoamericana. En virtud de ello, en nombre del pensamiento crítico que usted mismo dice representar, quisiéramos hacer un llamado a la reflexión".

(*) Fragmento de la carta que intelectuales del mundo enviaron el 12 de agosto al vicepresidente García Linera.

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Fragmentos de la réplica de García Linera
 
"Entiendo que se preocupan respecto a la libertad de expresión, pero considero que lo hacen en vano. Valga sin embargo la oportunidad, porque siempre es grato saber que los amigos se acuerdan de uno.

Y digo que su preocupación es vana, porque en mis declaraciones sobre las cuatro ONG (Milenio, CEDIB, Fundación Tierra y CEDLA), ni ahora, ni en ninguna oportunidad anterior, he planteado su cierre, expulsión o restricción alguna de su actividad".

En la misma medida en que los funcionarios de estas ONG tienen el derecho constitucional de hacer para-política partidaria desde esas organizaciones, yo tengo el derecho a develar que están jugando el papel de sustitutos de los partidos políticos de derecha, y que sus funcionarios no hacen más que reclutar adeptos mediante el ropaje de actividades hipócritas ‘no lucrativas’, ante su reiterado fracaso en la proclama política abierta.

Estas cuatro ONG bolivianas tienen todo el derecho a existir, funcionar, investigar e incluso a hacer política; sin embargo, nosotros tenemos el derecho y la necesidad -así lo exige el movimiento popular que conduce el proceso revolucionario en Bolivia- de criticar su sorprendente encuadre ideológico en el discurso medioambientalista emitido y financiado desde los centros imperiales.

(...) A quienes sí he prevenido y advertido con la expulsión es a organismos internacionales, ONG y gobiernos extranjeros que financian y se involucran en actividades políticas, que van en contra de los intereses del Estado Plurinacional de Bolivia".

(*) Fragmentos de la carta enviada el 18 de agosto por García Linera a los intelectuales.

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