"Pachamaba o muerte", discurso y práctica en la defensa de la Madre Tierra

Abecor
"Bolivia posiciona su liderazgo en defensa de la Madre Tierra". Así tituló el periódico estatal Cambio una nota que difundió el martes, un día después de que culminara la Conferencia de Tiquipaya. Días antes, el presidente Evo Morales -al culminar su discurso en ese encuentro- pidió a los asistentes gritar "Pachamama o muerte".

Las dos frases muestran los ejes discursivos que el Gobierno ha pregonado desde que el presidente Evo Morales asumió el poder en 2006. Sin embargo, los analistas consideran que el problema no está en el discurso, sino en la práctica interna de aquellos postulados.

"El Gobierno tiene un discurso de respeto, de defensa a los derechos de la Madre Tierra. Lo ha venido sosteniendo a lo largo de los últimos años. El problema no es el discurso, el problema es la práctica al interior de Bolivia", afirma Pablo Solón, exembajador de Bolivia ante NNUU.

Mientras que Juan Carlos Alarcón, director del CIPCA Cochabamba, afirma que se detecta en el Gobierno una "consecuencia discursiva de sus planteamientos" en la materia. No obstante, agrega que dentro del país "esta predicación del Gobierno parece que no está acompañada con el ejemplo".

El encuentro reciente -que se denominó Conferencia Mundial de los Pueblos Sobre Cambio Climático y Defensa de la Vida- es el segundo de su tipo que impulsa el Ejecutivo.

El primero fue organizada el 2010 y entre los logros que se le atribuyen a la agenda que resultó de aquella actividad está la declaración de la Naciones Unidas del 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra.

Dos cosas están en el contexto de la agenda y la conferencia Tiquipaya II, que culminó el lunes pasado: 1) La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Conocida como COP21), que se realizará en París entre el 30 de noviembre y el 15 de diciembre, será el escenario en el cual Morales presentará las conclusiones del encuentro reciente de Cochabamba; y 2) La reciente importancia que recobró el tema ambiental a raíz de la encíclica del papa Francisco, Laudato Si, que pone su atención en el cuidado y defensa de la "nuestra casa común" (Madre Tierra).


COP 21 y otras poturas
Pablo Solón sostiene que el Gobierno llamó a la conferencia con el fin de establecer una plataforma rumbo a la COP21 de París y destaca propuestas como la del Tribunal Internacional de Justicia Climática o el rechazo a los mercados de carbono, entre otras conclusiones.

Sin embargo, sostiene que a diferencia de hace cinco años las reuniones COP ya no despiertan la misma esperanza de antes. "La gente lo que quiere es acción, hechos", afirma, antes de recordar que en agosto más de 1.000 activistas tomaron por un día una mina de carbón en Europa para hacer notar su lucha contra la contaminación y pedir una reducción en el uso de combustibles fósiles.

La diputada de oposición Maida Paz, secretaria del Comité del Medio Ambiente, Cambio Climático y Áreas Protegidas de la Cámara Baja, afirma que "el Gobierno organiza estos eventos como la conferencia de los pueblos de Tiquipaya, pero internamente daña parques y bosques. Entonces, no hay una defensa real de la Madre Tierra dentro del país".

El diputado oficialista Gonzalo Aguilar, vocal de esa instancia legislativa, sostiene que el tema medioambiental es relativamente nuevo en el país, a diferencia de otros países, donde se lo discute desde los años 70.


La propuesta de  referendo mundial.
En Bolivia, afirma el legislador, hay "algunas actividades", grandes y pequeñas, que no están cumpliendo con el 100% de mitigación de sus emanaciones hacia el medio ambiente, generando un impacto negativo.

"Lo que nuestro Presidente está planteando es vivir en armonía con la Madre Tierra", asegura Aguilar, antes de agregar que se aprobó normativa en ese sentido, como la Ley de la Madre Tierra. Agrega que se hace esfuerzos desde el Estado "para que un día no muy lejano -tiene que ser cercano, hay que invertir recursos en cuanto a formar profesionales, sensibilizar la sociedad- no vayamos a contaminar el medio ambiente".


Un quiebre llamado TIPNIS
Entre 2010 y 2015, hay un hecho que marcó el quiebre entre el discurso y la prática del Ejecutivo, según los consultados. Y éste fue la construcción de la carretera del TIPNIS y la consiguiente marcha de indígenas de tierras bajas que lograron impedir que ello se concrete. Ocurrió en 2011.

"Muy poco, antes hubo el problema de los transgénicos, pero a partir del TIPNIS este proceso se ha ido cada vez más divorciando entre el discurso y la práctica", afirma Solón.

A ello hay que añadir los proyectos que vinieron después: hidroeléctricas y hasta la exploración petrolera en áreas protegidas, iniciativas que según los entrevistados van en contra de la directriz de la defensa de la Madre Tierra, toda vez que no hay una apuesta de lleno a energías alternativas, como la solar o la eólica.

Alarcón expresa lo siguiente al respecto: "Nuestra economía sigue siendo la extracción de los recursos primarios, que tiene sus efectos sobre todo en el tema del cambio climático".


Postulados internacionales

La primera intervención internacional de la postura del Gobierno sobre la defensa de la Madre Tierra data del 19 de septiembre de 2006, siete meses después de que Evo asumió su primer mandato.

"Siento que es importante, que todos los países, las fuerzas sociales, los organismos internacionales empecemos a debatir de verdad para salvar al planeta Tierra, para salvar a la humanidad", dijo el presidente Morales en la Asamblea General de la ONU.

De ahí en más, el Mandatario dio varias propuestas sobre el cuidado del planeta. Entre ellas están: la propuesta de emitir una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, de abril de 2009; y el referéndum mundial sobre cambio climático, en diciembre de ese mismo año. Los dos temas están presentes en la Declaración de Tiquipaya de este mes.


¿Guardabosques? No
El día que el presidente Morales brindó su discurso en la conferencia reciente de Tiquipaya afirmó que los países del sur no serán "guardabosques" de otros Estados ni del sistema capitalista. A lo que se sumó la declaración del canciller, David Choquehuanca, de que las áreas protegidas son un invento de los gringos.

El Jefe de Estado, en la intervención referida, llamó a construir un movimiento mundial de movimientos sociales para recuperar la relación vida y Madre Tierra; pidió a los movimientos sociales del mundo prepararse para acabar con el "modelo fallido" que es el capitalismo, con el fin de cambiarlo; y sugirió la creación del Tribunal de Justicia Climática para castigar a los Estados que no cumplan con sus obligaciones en la materia.

Sin embargo, Alarcón y Solón coinciden en que el discurso del Gobierno tendría más incidencia si estuviera acompañado de la puesta en práctica interna.

"Bolivia tiene que predicar con el ejemplo, que ahí está la fortaleza de la propuesta, que cuando se habla cosas como Pachamama o muerte, no se puede al mismo decir no vamos a ser guardabosque de los países del norte. No. Aquí se trata de ser guardabosques de la Pachamama, dado que los bosques son pulmones de la Madre Tierra", concluye Solón.

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